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[Relato] La Bestia
Mar 30 Oct 2012, 00:14
Bueno, antes que nada quiero aclarar que esta historia la redacté en base a una CreepyPasta, pero dándole un toque más personal. Me gustaría que comenten dejando críticas o cosas a mejorar, no solamente un "Buena historia".
Saludos!
La Bestia escribió:Esta es una historia que me contó un amigo que, a su vez, se la contó un amigo, a quién se la mostró su cuñado, y trata sobre Pedro, un joven de unos 18 años que cursaba su último año de secundaria en la ciudad de Luján, Provincia de Buenos Aires, donde vivía con sus padres.
Su casa, alejada de ser una mansión, era una humilde morada de barrio, similar a la que tenemos todos los de clase Media en la República Argentina, de unos 60 años de antigüedad, pero en muy buen estado. Contaba con dos plantas, un ático, un modesto garage y un hermoso jardín.
En la planta baja estaba el living comedor, una sala de estar, la cocina y uno de los dos baños. En la superior, se encontraban las tres habitaciones -la de Pedro, la de sus padres y la que, hasta hacía unos años, ocupaba su hermano, quien se había mudado a Córdoba para realizar sus estudios universitarios-, un baño, un escritorio -donde el padre de Pedro atendía sus asuntos de negocios- y una escalera que conducía al ático, la cual en los años que habían vivido allí, habían usado jamás.
Una noche, de esas que son el mejor ejemplo de la calma que antecede al huracán y donde se respira tensión pero sin motivo aparente, situación que se veía favorecida por una tormenta que ya iba a cursar su vigésima cuarta hora de actividad corrida, la familia ya se disponía a dormir. Cada uno de los integrantes había alistado las cosas para la mañana siguiente y estaban prestos para retirarse a sus aposentos, actividad que se realizó sin mayores contratiempos.
Ya cercanos a las tres de la madrugada, algo exaltó a Pedro: el sonido de unas pesadas y robustas pisadas le llamó la atención. Parecían provenir del techo de su habitación, el cual coincidía con la parte central del ático abandonado. Ajeno al miedo y vencido por la curiosidad, Pedro salió al pasillo, encendió la luz y miró hacia la escalera que daba al piso siguiente. La puerta por la que se accedía al desván estaba cerrada - como siempre - y nadie más en la casa parecía haber dado cuenta de los sonidos. Pedro regresó a su cama.
Habiendo pasado más o menos una hora del extraño suceso, el muchacho volvió a ser víctima de las pisadas, que parecían haber regresado con el doble de peso. Algo más preocupado, Pedro repitió el proceso: salió al pasillo, encendió la luz - con menos seguridad que antes - y dirigió su mirada a la puerta que, para su tranquilidad, seguía inmutada. Regresó a su dormitorio, se echó en la cama y quedó mirando la oscuridad que abrazaba su cuarto.
Unos minutos de silencio pasaron hasta que, nuevamente, comenzó el tormento del somnoliento joven. Cansado de la situación, Pedro volvió a salir al pasillo, dio a la tecla de luz y dirigió sus ojos hacia aquella puerta blanca que tanto lo angustiaba. Para su desdicha, ahora la misma parecía entreabierta, como si la hubieran querido cerrar con sigilio pero la fuerza no fue suficiente.
Con paso tembloroso y su celular en mano a modo de linterna, se dirigió al pie de la escalera y alumbró con temor la abertura, que parecía tragarse los rayos de luz que emitía su aparato. En ese instante tomó una de las peores decisiones que se le habrían cruzado por la cabeza: subir al ático a ver qué sucedía. Subió escalón a escalón, replanteándose cada uno de sus movimientos y con pánico de voltear la vista. Unos minutos más y ya estaba con el pomo en la mano. Abrió muy lentamente la puerta y, con su teléfono como guía, se dispuso a echar un vistazo al desván.
No notó nada fuera de lo común.
Un poco más calmo, dio media vuelta y se dirigió hacia la puerta. Una sensación de alivio corría por su cuerpo, esa sensación que tienes al terminar un exámen para el que te habías preparado toda la semana. Dando pesados pasos, que le recordaban a los que había oído, se acercaba poco a poco a su salida.
De repente, algo llamó su antención: por el espacio entreabierdo de la puerta pudo ver cómo, de la nada, la luz del pasillo se había apagado. Su corazón dio un vuelco. ¿Quién había podido hacerlo, si todos se hallaban dormidos?, Pedro no quería averiguarlo.
Salió del ático, cerró la puerta y, mientras bajaba la escalera, decidió elevar su celular para iluminar el pasillo. Fue ahí cuando lo vio. La primera visión fue aterradora, a tal punto, que se le cayó la única fuente de luminosidad que tenía a la mano. En esa milésima de segundo había podido ver, en la otra punta del pasillo, una bestia extraña, lampiña, con una posición encorvada, apoyando la totalidad de sus patas en la moqueta.
Raudo, se agachó para tomar su celular. Cuando recuperó su postura, levantó nuevamente su teléfono y lo apuntó hacia delante, solo para encontrase cara a cara, a solo unos centimetros, la rostro de la bestia.
La pregunta es ¿cómo se supo de la historia si Pedro, luego de aquella noche, desapareció misteriosamente? Simple: para iluminar había utilizado el Flash del teléfono, que solamente se activa en conjunto con la cámara.
Saludos!
- MyrinaNivel 0
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Re: [Relato] La Bestia
Mar 30 Oct 2012, 18:15
Muy copado men alta historia pegaste te felicito,,
PD: Gran firma
Saludos !
PD: Gran firma
Saludos !
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