-Ese desolado suspirar que anuncia el comienzo del final..-

-Ese desolado suspirar, que anuncia el comienzo, del final-

Vagaba por el bosque, la doncella Alexia, quien más que una simple y hermosa mujer, era un arma de guerra. Aquella Barda poseía los más místicos dotes jamás antes vistos, y por sobre todo, su gigante valor. Caminando iba, pero de repente, escuchó no más que un suspiro.. una voz en bajo volumen acababa de decir algo.
"Tal vez fué tan solo mi imaginación"- Pensó, aunque muy equivocada.
Siguió caminando, al fin y al cabo, el camino era largo y estaba anocheciendo.
Ya del otro lado de la pequeña muralla de la Aldea Encantada, aquella espantosa ciudad. De pronto, un nuevo suspiro, quizá esta vez calificado como susurro, se oyó y un helado escalofrío recorrió la espalda de la Barda, quien no evitó mostrarse asustada.
Comenzó a correr, un recuerdo, una imágen, empezó a verla... era... era... HORROROSA.
De pronto, de súbito desmayarse en el piso ha de desplomarse, quedando totalmente desprotegida. Entrenada como recluta de la Armada real, con el poder de un hombre, o tal vez más, ágil como ella sola, tirada en el piso, sin reaccionar, muerta, puede ser...
Horas después, se levantó, intentó moverse... imposible, estaba sujetada a alguna extraña pared. Alzó la voz y con un desafiante grito avisó:
-¡Soltadme ya! ¿Acaso no sabéis quien soy? ¡¡¡Alexia!!! La poderosa Barda, quien acabará de ustedes si cometen tal insolencia.
-Cállateeeeeee... -Gritó alguien, desde lejos, apenas se oyó, tono espantoso, pareciera venir de algún fantasma.
La guerrera de Tancredo se cayó. Observó atenta todo lo que a su alcance estaba... Cadenas... Una camilla de piedra... Paredes gruesas, también de roca, duras como el acero... un Mazo imponente.
¡Esperad! ¡Es el mazo Ancálimon! -Rugió.
Para una breve introducción a aquello, se trataba del mazo de las tinieblas, aquel objeto con el cual Ravenkin, antiguo rey legionario, logró destruír al ejército comandado por el único que sobrevivió, Tancredo.
Cállate! ¿No véis que despertarás al amo? Todavía no está listo...-De nuevo la voz fantasmagórica apareció, esta vez mencionando al "Amo".
¿Q-Q-Q-Quién es el a-a-moo? -Notadse miedo de parte de ella, aterrada.
¡Eso no interesa mortal! Solo os diré que será lo que hará él... ¡y con eso bastará!
El silencio duró poco... la extraña voz prosiguió...
¡Él acabará con el patético TANCREDO! ¡Ese anciano inútil nos ha molestado por última vez!-Exclamó, pareció oírse en todo el castillo.
¡¿Tu piensas que alguien derrotará a Tancredo?! ¡Estás loco! Él aniquilará a tu "Amo"...-Dijo Alexia.
¡Buajajajajaja!-La carcajada lo dijo todo.
¿Piensas acaso, niña, qué Tancredo vencerá otra vez a mi Amo? ¡Qué delirios dice! ¡No me he reído tanto desde que torturé a aquel armada cerca del bosque!-Volvió a rugir, la misteriosa voz.
Alexia, de mirada totalmente perdida, desolada, acorralada en aquel castillo, estaba decayendo. Nada pareciese que pudiera volver a levantar su ánimo.
Quizá, realmente, y a pesar del esfuerzo de todos, este es... ¡El comienzo del final!


Formato: Relator
Formato: Diálogos
Formato:Pantallazos hacia otra época.
Formato:Lema final.


¡Espero que os haya gustado, aficionados del Rol!
Esta historia, continuará!