- Le Bleurassé ~Nivel 2
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Veneno que consume
Sáb 29 Dic 2012, 08:47
Volviéndo un poco al rol, aunque estoy algo oxidado ya..
¡Oh amigo mío! Añoro tu felicidad, tu espíritu y tu valor. Has sido consumido por una nube negra que te despojó de todo bien. Infiernos se consumen en tu alma mientras esta, grita sórdidamente pidiendo auxilio. Amigo mío, tu mente fue lavada como son lavadas las rocas por el río. Tus ideales que tanto admiraba, fueron corroídos hasta su desaparición, y remplazados por perversiones y atrocidades retorcidas. Vi como caías en un abismo sin final, donde desaparecías en medio de la oscuridad. Y cada vez te sumergías más, y más… Vi con tristeza como mil demonios se apoderaban de tu corazón, y en él enterraban un puñal envenenado con odio. Vi como el azul de tu escudo se convirtió en un rojo profundo por la sangre que se derramaba en él tras cada batalla. Pude ver como tu espada atacaba con ferviente furia, la justicia que en algún momento defendiste.
Amigo mío, añoro blandir espadas de madera contigo y reír. Añoro tus ganas de vivir y tu sonrisa. Ahora no queda nada, solo sangre e ira en tus ojos. Al verte, lágrimas caen en mis pómulos helados para luego arrastrarse por el filo de mi espada, pues te perdí como tú perdiste tu espíritu bondadoso.
Maldito sea el demonio que te ha convertido en esto, maldito sea su veneno que te corrompió.
Y ahora, aunque no me escuches por el trance que te acosa, juro por mi espada, que asesinaré al demonio que trajo este mal a ti.
¡Oh amigo mío! Añoro tu felicidad, tu espíritu y tu valor. Has sido consumido por una nube negra que te despojó de todo bien. Infiernos se consumen en tu alma mientras esta, grita sórdidamente pidiendo auxilio. Amigo mío, tu mente fue lavada como son lavadas las rocas por el río. Tus ideales que tanto admiraba, fueron corroídos hasta su desaparición, y remplazados por perversiones y atrocidades retorcidas. Vi como caías en un abismo sin final, donde desaparecías en medio de la oscuridad. Y cada vez te sumergías más, y más… Vi con tristeza como mil demonios se apoderaban de tu corazón, y en él enterraban un puñal envenenado con odio. Vi como el azul de tu escudo se convirtió en un rojo profundo por la sangre que se derramaba en él tras cada batalla. Pude ver como tu espada atacaba con ferviente furia, la justicia que en algún momento defendiste.
Amigo mío, añoro blandir espadas de madera contigo y reír. Añoro tus ganas de vivir y tu sonrisa. Ahora no queda nada, solo sangre e ira en tus ojos. Al verte, lágrimas caen en mis pómulos helados para luego arrastrarse por el filo de mi espada, pues te perdí como tú perdiste tu espíritu bondadoso.
Maldito sea el demonio que te ha convertido en esto, maldito sea su veneno que te corrompió.
Y ahora, aunque no me escuches por el trance que te acosa, juro por mi espada, que asesinaré al demonio que trajo este mal a ti.
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