AOTDN
Índice
Últimas imágenes
Registrarse
ConectarseNarbeleth, El mago Justo
+3
Elendher
Eurocase
Anigav ~
7 participantes
Anigav ~Nivel 0
- Mensajes : 24
País :
Narbeleth, El mago Justo
Lun 05 Jul 2010, 23:00
La historia fue escrita por un compañero mio, llamado hernán (ingame Egloga). La misma, cuenta la historia de Narbeleth, un mago en otro servidor del cual venimos.
Narbeleth, El mago justo
Todo empezó…
En el siglo VII antes de Cristo, vivía en Banderbill, la ciudad más bella de todo el mundo, un joven que se destacaba por ser uno de los más estudiosos, inteligentes y cooperativos en cada una de las clases a la que asistía. Pronto un día el joven, ya crecido, Narbeleth, tuvo que presenciar a escondidas en un rincón de la choza el asesinato del padre de su gran amigo Orfeius. Narbeleth al observar que la sombra del asesino se alejaba y se perdía en el horizonte en el temprano amanecer, acudió rápidamente hacia el lugar donde se encontraba Ismo y sostuvo su mano en un grito de desgarro por la perdida del pobre Ismo, hasta que sintió que la mano dejó de hacer fuerza.
Narbeleth junto con Orfeius decidieron vengarse por lo que le había hecho al reciente difunto Ismo, pero antes debían estar preparados. Los dos fueron a la casa de un sabio anciano apodado por el pueblo como Dionisio, este anciano conocía las técnicas más secretas, desde hechicería hasta combate cuerpo a cuerpo. Orfeius quiso aprender ambas técnicas, mientras que Narbeleth solo se interesó en las artes mágicas.
Al cabo de un tiempo Orfeius consiguió aprender las mejores técnicas de guerra y varios de los hechizos más poderosos conocidos por Dionisio, pronto se convertiría en lo que el pueblo llamaba Clérigo. Mientras que Narbeleth se convirtió en un gran mago, tan poderoso como inteligente que no demoró en aprender un hechizo que haría templar la tierra.
Cuando los dos jóvenes estuvieron listos, partieron hacía los bosques sombríos de las afueras de la ciudad. Caminaron durante varios días, lucharon contra criaturas inimaginables poniendo en práctica las enseñanzas de Dionisio y mejorando cada vez más sus técnicas y también se encontraron con criaturas inofensivas y al mismo tiempo maravillosas, hasta que a lo lejos los dos leyeron un cartel que decía “Bienvenidos a Ullathorpe”. Los dos jóvenes fueron amablemente recibidos y allí se quedaron durante unos meses. En su estadía conocieron gente muy parecida a ellos, en cuanto a sus conocimientos, todos fueron alguna vez aprendices de Dionisio. Orfeius se fijó en una joven, una de las más bellas de aquella ciudad, Natrilea.
Pronto formó una familia y tuvo una hija a la que nombró Euricides. La pequeña con el tiempo fue creciendo y Narbeleth fue el encargado de entrenar a esta pequeña en la parte de hechicería, mientras que su padre Orfeius le enseño a usar el escudo y la espada.
Los años pasaron y la joven Euricides en su cumpleaños número veintiséis, se sintió completamente enamorada del maestro de hechicería Narbeleth. Los compañeros de Narbeleth y Orfeius, decidieron unirse en una fraternidad la cual llamarían clan, este debía representar a todos y también deberían pensar en un nombre que daría miedo a todos los malvados que vivieran en las tierras, así pues Narbeleth y Orfeius entraron en un dilema, no sabían si llamar al clan como Sangre Azul, o como Solo Armadas. Ambos pensaron en algo que los identificara tanto armada como azul, pero Orfeius aceptó que el principio sea sangre y así formaron ambos hermanos sociales el clan Sangre Azul. En este clan había gente que ni los propios humanos podían creer como posible, criaturas que al verlas, la gente pensaría que fue hechizada. Entre Narbeleth y Orfeius, se encontraba la Clériga hija de Orfeius, Euricides, Khan un joven y amable hechicero elfo blanco, nativo de los bosques élficos, próximamente se sumó un raro espécimen, mitad elfo blanco, mitad elfo oscuro, el joven clérigo elfo drow Hatzive, Elethloen y su hermano Appeiron unos verdaderos maestros en el arte del arco y flecha y finalmente un joven el cual su nombre era desconocido pero todos los conocían por el nombre de Aquiles, uno de los más fuertes clérigos del clan.
Todos ellos integrantes de aquella fraternidad juraron cuidarse unos a los otros, fue así que todos accedieron a la petición que los jóvenes Banderbillianos pedían, inmediatamente todos unidos partieron hacia el sur. En el medio del camino se encontraron con una anciana con ropaje descocido y sostenida por un bastón, la anciana de nombre desconocido les contó que para llegar al hombre aquel al que los Banderbillianos querían encontrar, debían adentrarse en el mar y las aguas desconocidas, las cuales fueron bautizadas con el nombre de “mar de los olvidados”, ya que todo aquel que cruzó el mar nunca volvió de regreso y al llegar a una isla llamada Verill, debían asesinar al Leviatán para poder entrar a la cueva. La anciana lo describió como un dragón marino sin alas y de gran tamaño, al terminar de hablar, la anciana desapareció entre la creciente y densa niebla que apareció de la nada, al tiempo en que la anciana desapareció todo el clan estuvo dispuesto a emprender este temible viaje.
Durante dos años de naufragio en el mar de los olvidados, llegaron finalmente a la isla de Verill. Al desembarcar se acercaron todos hacía la cueva y en cuanto Orfeius dio un paso adentro de la cueva, una soga de un color azul oscuro agarró al valiente Orfeius del pie y lo levantó por los aires, en ese mismo instante del agua turbia y turbulenta, salió la cabeza del Leviatán llegando con sus filosos dientes al pecho de Orfeius despedazándolo y tragándoselo. Narbeleth intentó hacer lo imposible por salvar a su amigo que yacía entre los dientes del Leviatán, pero no pudo, el Leviatán a pesar de la resistencia de Orfeius los apretó fuertemente con los dientes y se lo llevó hacia el fondo del mar. De pronto el agua se tornó rojo y nuevamente el Leviatán volvió a salir, todos juntos atacaron a la criatura pero este no caía, hasta que el gran arquero Elethloen lanzó una flecha que se clavó detrás de la aleta situada en la cabeza del Leviatán. El Leviatán echó un chillido tan agudo que el agua se estremecía, luego del chillido su cabeza explotó en mil pedazos y el resto de él volvió a las profundidades del mar.
El cielo se tornó gris mientras que los jóvenes soltaban el barco perteneciente a Orfeius al mar abierto prendido en llamas. Después de que el barco se hundiera entre llamas en el mar, se adentraron en la cueva que solo era iluminada por la luz de la luna entre las nubes. Caminaron unos metros y se toparon con una escalera la cual bajaba y parecía no tener final, bajaron por las escaleras hasta tocar tierra firme, allí se encontraba iluminado por un hoyo que llegaba hasta la superficie un cáliz de gran tamaño lleno de agua, oro y comida, más atrás podían ver una puerta. Rodearon el cáliz y llegaron a la puerta pero al ver hacia atrás observaron a Khan que aún seguía al lado del cáliz, este elfo se sintió atraído por todo lo que el cáliz poseía en su interior y sin pensarlo dos veces bebió aquel agua que reposaba allí. De repente, el agua se tornó negra y el joven Khan cayó en una gran agonía, entre los gritos de desesperación, Narbeleth y los demás se dieron vuelta siguiendo su camino y sin mirar atrás, sabiendo que ya era tarde para salvar a su compañero. El único que volteó a ver fue Aquiles, lo que vio no lo pudo describir, solo puedo acordarse de una frase que el pobre Khan gritaba que decía “¡Sálvenme, me quemo por dentro, sálvenme de este dolor, de este sufrimiento, háganme el favor y mátenme se lo suplico, quiero que este dolor termine ahora!”.
Los que quedaron siguieron caminando y se toparon con un puente en el cual no se podía ver el piso a los costados, todos fueron ordenadamente cruzando uno por uno. Cuando Euricides la anteúltima persona que quedaba por cruzar, estaba en el medio del camino se escucho desde lejos una voz tan gruesa que hizo temblar el piso, Euricides aceleró el paso para que Narbeleth pudiera cruzar. Narbeleth empezó a cruzar el puente pero al girar la vista hacia atrás, vio una bestia gigantesca, la bestia estaba echa de sombras y fuego en su interior, él sabía que nadie de los que se encontraban allí podían vencerlo fue así que tomo la decisión de quebrar el puente para que la bestia no pueda pasar. En ese momento Narbeleth conjuro aquel hechizo que había aprendido del viejo Dionisio, pero en ese instante la bestia se encontraba a su costado, por esta razón el mago Narbeleth y la bestia de sombras cayeron al vacío.
Todos quisieron ayudarlo pero fue tan rápido el derrumbamiento del puente que ninguno pudo hacer nada, lo único que quedaba era llorar por la perdida del pobre Narbeleth. Con Narbeleth y Orfeius caídos en batalla, el encargado de cuidar al clan fue Aquiles, todos siguieron a Aquiles en el viaje que aún no acababa. Aquiles tuvo la loca idea de ir al inframundo para rescatar al difunto Narbeleth, todos estuvieron de acuerdo con esta idea aunque fuera imposible y tal vez nadie saldría vivo de ahí. Siguieron bajando hasta que llegaron a un puerto dónde se encontraba el río Aqueronte, en ese lugar Appeiron arrojó una moneda de oro conocida como óbolo para que Caronte el barquero del inframundo los llevara hacía el Erebo. Los jóvenes cruzaron por todo el río Aqueronte, el río Cocito, el río Flegetonte y el río Estigia. Al terminar el río Estigia, los jóvenes bajaron del barco y caminaron dentro del Erebo, durante un tiempo todo estaba tranquilo y solo escuchaban gritos de los muertos, hasta que apareció Cerbero, el perro de tres cabezas. Con destreza todos se separaron y comenzaron a atacarlo de diferentes ángulos, Appeiron dio abruptamente un giro con su pie derecho y cayó al suelo en ese entonces Cerbero lo pisó con su pata y mantuvo la pata allí hasta que el pobre Apperion no resistió más y cesó de respirar. Con la furia en su cara y la adrenalina corriendo por sus venas Elethloen subió arriba de Cerbero y con tres flechas en su cartucho, las vació en las tres cabezas matando a la bestia, todos se juntaron nuevamente pero faltaba un integrante, Hatzive se hallaba perdido dentro del inmenso inframundo.
Hatzive se encontró con Dis Pater y este le ofreció un trato que él no pudo rechazar, luego de su charla, Hatzive se volvió a juntar con los demás del clan. Al llegar donde todas las almas vagaban sin fin en el río, los jóvenes se encontraron con Dis Pater, este le ofreció un trato por el mago Narbeleth, luego de escuchar cual era el pacto, Hatzive dio un paso adelante y se ofreció para aquel pacto. Euricides observo la manera en la que lo dijo y se dio cuenta que el joven elfo drow no decía la verdad, quería ocultar o hacer algo, Aquiles lo tomó del brazo y dijo:-“No, como miembro mayor del clan yo debo tomar esa responsabilidad”. Hatzive entre voces se dio vuelta sosteniendo una daga envenenada lista para clavársela en el pecho de Aquiles, Euricides con la desconfianza desde antes pudo reaccionar rápidamente impidiendo que Hatzive cometa tal traición al clan y con un movimiento de brazos le quitó la daga y se la clavó en el cuello, a continuación Hatzive murió desangrado en el suelo. En ese instante los tres jóvenes que aún quedaban vivos del clan levantaron sus armas y amenazaron a Dis Pater, que viéndose indefenso ante tales personas, cedió a liberar a Narbeleth del río de las almas. Una vez que Narbeleth volvió a la vida nuevamente, le comentaron todo lo que había sucedido y se sintió confundido por la traición de Hatzive y triste por la perdida de Appeiron.
Una vez que volvieron al puerto donde nuevamente arrojaron una moneda para que Caronte los lleve devuelta al puerto del río Aqueronte. Cuando llegaron allí encontraron una escalera, pero esta vez, en vez de bajar, subía. Subieron hasta que se toparon con una sala iluminada por un color azul, entraron a aquel sitio y Narbeleth prontamente diviso a lo lejos la misma sombra que había visto hace varios años en aquel trágico momento. Con toda la furia acumulada lanzó una descarga eléctrica, pero desafortunadamente la sombra lo esquivó, así mismo la sombra lanzó otro conjuro que duramente Narbeleth pudo esquivar. Elethloen viendo que ambos hechiceros estaban luchando sin darse cuenta lo que sucedía alrededor trepó por una roca y se arrastró hacia donde podía tener un excelente ángulo de tiro, pero desafortunadamente y sin poder reaccionar la sombra negra lanzó un misil de fuego que desquebrajó la roca que se situaba arriba y golpeó al arquero dejándolo tumbado en el piso. Al ver esto Narbeleth sacó de su interior una fuerza extraordinaria, inhumana y conjuró con unas palabras mágicas uno de los conjuros más sorprendentes y poderosos que ni él tuvo la posibilidad de aprender. El impacto hacia la sombra negra fue tan fuerte que la partió en dos, una vez muerto la sombra Narbeleth sintió intriga por ver quien era el asesino de Ismo. Observó y reconoció su rostro que yacía en dos partes desparramado en el suelo, era un mercenario que trabajaba para su padre, su nombre era Rhun y se encargaba de matar a todo aquel que su señor le digiera. Acordándose de lo que Rhun hacia por su padre, Narbeleth y los demás volvieron a Ullathorpe, subiendo los interminables escalones, viajando por el mar de los olvidados y caminando hacia el norte para reposar allí. Al día siguiente Narbeleth junto con Euricides y Aquiles, caminaron de regreso a Banderbill, donde buscarían al padre de Narbeleth. Cuando llegaron a su destino, Ilzhar, los estaba esperando con una tropa de más de doscientos hombres armados seguidores de Dis Pater. Los soldados estaban atacando el pueblo y los tres valientes soldados que quedaban del clan salieron a luchar. Después de dos días de lucha los tres valientes jóvenes derrotaron a la ineptitud de los soldados del inframundo dejando así nada mas a Ilzhar, que prontamente sería atravesado por tres espadas, la suya empuñada por Narbeleth, la espada reluciente de Euricides y la espada dorada de Aquiles.
Es con este acto que la maldad dejó de existir por un tiempo y nuevamente en las tierras reinaba la paz y la tranquilidad, Narbeleth, Aquiles y Euricides se unieron a la armada de la ciudad de Banderbill, encabezado por el rey Tancredo y Tancredo los benefició con un puesto el cual tenía nada mas que tres vacantes de los cinco puestos que había, este puesto era una mención de las mas altas conmemoraciones, Tancredo les ofreció ser parte del Consejo de la justicia de la ciudad. Narbeleth y Aquiles complacidos por esa mención, la aceptaron, en cuanto a Euricides decidió no aceptarla ya que la mención para ella era tener nuevamente a Narbeleth a su lado. Con el tiempo Narbeleth y Euricides tuvieron un hijo llamado Emeterio, un nombre raro entre los ciudadanos de Banderbill. Aquel hijo se convertiría en uno de los mayores músicos de laúdes de todos los tiempos y con su aprendizaje en el arte de la magia se convertiría en uno de los primero Bardos de la ciudad, dicho con ese nombre por el pueblo. Aquiles formó su propia rama familiar contrayendo matrimonio con Zhery una joven hechicera muy talentosa y la viuda Natrilea acepto a Narbeleth como parte de la familia.
Fin.
Narbeleth, El mago justo
Todo empezó…
En el siglo VII antes de Cristo, vivía en Banderbill, la ciudad más bella de todo el mundo, un joven que se destacaba por ser uno de los más estudiosos, inteligentes y cooperativos en cada una de las clases a la que asistía. Pronto un día el joven, ya crecido, Narbeleth, tuvo que presenciar a escondidas en un rincón de la choza el asesinato del padre de su gran amigo Orfeius. Narbeleth al observar que la sombra del asesino se alejaba y se perdía en el horizonte en el temprano amanecer, acudió rápidamente hacia el lugar donde se encontraba Ismo y sostuvo su mano en un grito de desgarro por la perdida del pobre Ismo, hasta que sintió que la mano dejó de hacer fuerza.
Narbeleth junto con Orfeius decidieron vengarse por lo que le había hecho al reciente difunto Ismo, pero antes debían estar preparados. Los dos fueron a la casa de un sabio anciano apodado por el pueblo como Dionisio, este anciano conocía las técnicas más secretas, desde hechicería hasta combate cuerpo a cuerpo. Orfeius quiso aprender ambas técnicas, mientras que Narbeleth solo se interesó en las artes mágicas.
Al cabo de un tiempo Orfeius consiguió aprender las mejores técnicas de guerra y varios de los hechizos más poderosos conocidos por Dionisio, pronto se convertiría en lo que el pueblo llamaba Clérigo. Mientras que Narbeleth se convirtió en un gran mago, tan poderoso como inteligente que no demoró en aprender un hechizo que haría templar la tierra.
Cuando los dos jóvenes estuvieron listos, partieron hacía los bosques sombríos de las afueras de la ciudad. Caminaron durante varios días, lucharon contra criaturas inimaginables poniendo en práctica las enseñanzas de Dionisio y mejorando cada vez más sus técnicas y también se encontraron con criaturas inofensivas y al mismo tiempo maravillosas, hasta que a lo lejos los dos leyeron un cartel que decía “Bienvenidos a Ullathorpe”. Los dos jóvenes fueron amablemente recibidos y allí se quedaron durante unos meses. En su estadía conocieron gente muy parecida a ellos, en cuanto a sus conocimientos, todos fueron alguna vez aprendices de Dionisio. Orfeius se fijó en una joven, una de las más bellas de aquella ciudad, Natrilea.
Pronto formó una familia y tuvo una hija a la que nombró Euricides. La pequeña con el tiempo fue creciendo y Narbeleth fue el encargado de entrenar a esta pequeña en la parte de hechicería, mientras que su padre Orfeius le enseño a usar el escudo y la espada.
Los años pasaron y la joven Euricides en su cumpleaños número veintiséis, se sintió completamente enamorada del maestro de hechicería Narbeleth. Los compañeros de Narbeleth y Orfeius, decidieron unirse en una fraternidad la cual llamarían clan, este debía representar a todos y también deberían pensar en un nombre que daría miedo a todos los malvados que vivieran en las tierras, así pues Narbeleth y Orfeius entraron en un dilema, no sabían si llamar al clan como Sangre Azul, o como Solo Armadas. Ambos pensaron en algo que los identificara tanto armada como azul, pero Orfeius aceptó que el principio sea sangre y así formaron ambos hermanos sociales el clan Sangre Azul. En este clan había gente que ni los propios humanos podían creer como posible, criaturas que al verlas, la gente pensaría que fue hechizada. Entre Narbeleth y Orfeius, se encontraba la Clériga hija de Orfeius, Euricides, Khan un joven y amable hechicero elfo blanco, nativo de los bosques élficos, próximamente se sumó un raro espécimen, mitad elfo blanco, mitad elfo oscuro, el joven clérigo elfo drow Hatzive, Elethloen y su hermano Appeiron unos verdaderos maestros en el arte del arco y flecha y finalmente un joven el cual su nombre era desconocido pero todos los conocían por el nombre de Aquiles, uno de los más fuertes clérigos del clan.
Todos ellos integrantes de aquella fraternidad juraron cuidarse unos a los otros, fue así que todos accedieron a la petición que los jóvenes Banderbillianos pedían, inmediatamente todos unidos partieron hacia el sur. En el medio del camino se encontraron con una anciana con ropaje descocido y sostenida por un bastón, la anciana de nombre desconocido les contó que para llegar al hombre aquel al que los Banderbillianos querían encontrar, debían adentrarse en el mar y las aguas desconocidas, las cuales fueron bautizadas con el nombre de “mar de los olvidados”, ya que todo aquel que cruzó el mar nunca volvió de regreso y al llegar a una isla llamada Verill, debían asesinar al Leviatán para poder entrar a la cueva. La anciana lo describió como un dragón marino sin alas y de gran tamaño, al terminar de hablar, la anciana desapareció entre la creciente y densa niebla que apareció de la nada, al tiempo en que la anciana desapareció todo el clan estuvo dispuesto a emprender este temible viaje.
Durante dos años de naufragio en el mar de los olvidados, llegaron finalmente a la isla de Verill. Al desembarcar se acercaron todos hacía la cueva y en cuanto Orfeius dio un paso adentro de la cueva, una soga de un color azul oscuro agarró al valiente Orfeius del pie y lo levantó por los aires, en ese mismo instante del agua turbia y turbulenta, salió la cabeza del Leviatán llegando con sus filosos dientes al pecho de Orfeius despedazándolo y tragándoselo. Narbeleth intentó hacer lo imposible por salvar a su amigo que yacía entre los dientes del Leviatán, pero no pudo, el Leviatán a pesar de la resistencia de Orfeius los apretó fuertemente con los dientes y se lo llevó hacia el fondo del mar. De pronto el agua se tornó rojo y nuevamente el Leviatán volvió a salir, todos juntos atacaron a la criatura pero este no caía, hasta que el gran arquero Elethloen lanzó una flecha que se clavó detrás de la aleta situada en la cabeza del Leviatán. El Leviatán echó un chillido tan agudo que el agua se estremecía, luego del chillido su cabeza explotó en mil pedazos y el resto de él volvió a las profundidades del mar.
El cielo se tornó gris mientras que los jóvenes soltaban el barco perteneciente a Orfeius al mar abierto prendido en llamas. Después de que el barco se hundiera entre llamas en el mar, se adentraron en la cueva que solo era iluminada por la luz de la luna entre las nubes. Caminaron unos metros y se toparon con una escalera la cual bajaba y parecía no tener final, bajaron por las escaleras hasta tocar tierra firme, allí se encontraba iluminado por un hoyo que llegaba hasta la superficie un cáliz de gran tamaño lleno de agua, oro y comida, más atrás podían ver una puerta. Rodearon el cáliz y llegaron a la puerta pero al ver hacia atrás observaron a Khan que aún seguía al lado del cáliz, este elfo se sintió atraído por todo lo que el cáliz poseía en su interior y sin pensarlo dos veces bebió aquel agua que reposaba allí. De repente, el agua se tornó negra y el joven Khan cayó en una gran agonía, entre los gritos de desesperación, Narbeleth y los demás se dieron vuelta siguiendo su camino y sin mirar atrás, sabiendo que ya era tarde para salvar a su compañero. El único que volteó a ver fue Aquiles, lo que vio no lo pudo describir, solo puedo acordarse de una frase que el pobre Khan gritaba que decía “¡Sálvenme, me quemo por dentro, sálvenme de este dolor, de este sufrimiento, háganme el favor y mátenme se lo suplico, quiero que este dolor termine ahora!”.
Los que quedaron siguieron caminando y se toparon con un puente en el cual no se podía ver el piso a los costados, todos fueron ordenadamente cruzando uno por uno. Cuando Euricides la anteúltima persona que quedaba por cruzar, estaba en el medio del camino se escucho desde lejos una voz tan gruesa que hizo temblar el piso, Euricides aceleró el paso para que Narbeleth pudiera cruzar. Narbeleth empezó a cruzar el puente pero al girar la vista hacia atrás, vio una bestia gigantesca, la bestia estaba echa de sombras y fuego en su interior, él sabía que nadie de los que se encontraban allí podían vencerlo fue así que tomo la decisión de quebrar el puente para que la bestia no pueda pasar. En ese momento Narbeleth conjuro aquel hechizo que había aprendido del viejo Dionisio, pero en ese instante la bestia se encontraba a su costado, por esta razón el mago Narbeleth y la bestia de sombras cayeron al vacío.
Todos quisieron ayudarlo pero fue tan rápido el derrumbamiento del puente que ninguno pudo hacer nada, lo único que quedaba era llorar por la perdida del pobre Narbeleth. Con Narbeleth y Orfeius caídos en batalla, el encargado de cuidar al clan fue Aquiles, todos siguieron a Aquiles en el viaje que aún no acababa. Aquiles tuvo la loca idea de ir al inframundo para rescatar al difunto Narbeleth, todos estuvieron de acuerdo con esta idea aunque fuera imposible y tal vez nadie saldría vivo de ahí. Siguieron bajando hasta que llegaron a un puerto dónde se encontraba el río Aqueronte, en ese lugar Appeiron arrojó una moneda de oro conocida como óbolo para que Caronte el barquero del inframundo los llevara hacía el Erebo. Los jóvenes cruzaron por todo el río Aqueronte, el río Cocito, el río Flegetonte y el río Estigia. Al terminar el río Estigia, los jóvenes bajaron del barco y caminaron dentro del Erebo, durante un tiempo todo estaba tranquilo y solo escuchaban gritos de los muertos, hasta que apareció Cerbero, el perro de tres cabezas. Con destreza todos se separaron y comenzaron a atacarlo de diferentes ángulos, Appeiron dio abruptamente un giro con su pie derecho y cayó al suelo en ese entonces Cerbero lo pisó con su pata y mantuvo la pata allí hasta que el pobre Apperion no resistió más y cesó de respirar. Con la furia en su cara y la adrenalina corriendo por sus venas Elethloen subió arriba de Cerbero y con tres flechas en su cartucho, las vació en las tres cabezas matando a la bestia, todos se juntaron nuevamente pero faltaba un integrante, Hatzive se hallaba perdido dentro del inmenso inframundo.
Hatzive se encontró con Dis Pater y este le ofreció un trato que él no pudo rechazar, luego de su charla, Hatzive se volvió a juntar con los demás del clan. Al llegar donde todas las almas vagaban sin fin en el río, los jóvenes se encontraron con Dis Pater, este le ofreció un trato por el mago Narbeleth, luego de escuchar cual era el pacto, Hatzive dio un paso adelante y se ofreció para aquel pacto. Euricides observo la manera en la que lo dijo y se dio cuenta que el joven elfo drow no decía la verdad, quería ocultar o hacer algo, Aquiles lo tomó del brazo y dijo:-“No, como miembro mayor del clan yo debo tomar esa responsabilidad”. Hatzive entre voces se dio vuelta sosteniendo una daga envenenada lista para clavársela en el pecho de Aquiles, Euricides con la desconfianza desde antes pudo reaccionar rápidamente impidiendo que Hatzive cometa tal traición al clan y con un movimiento de brazos le quitó la daga y se la clavó en el cuello, a continuación Hatzive murió desangrado en el suelo. En ese instante los tres jóvenes que aún quedaban vivos del clan levantaron sus armas y amenazaron a Dis Pater, que viéndose indefenso ante tales personas, cedió a liberar a Narbeleth del río de las almas. Una vez que Narbeleth volvió a la vida nuevamente, le comentaron todo lo que había sucedido y se sintió confundido por la traición de Hatzive y triste por la perdida de Appeiron.
Una vez que volvieron al puerto donde nuevamente arrojaron una moneda para que Caronte los lleve devuelta al puerto del río Aqueronte. Cuando llegaron allí encontraron una escalera, pero esta vez, en vez de bajar, subía. Subieron hasta que se toparon con una sala iluminada por un color azul, entraron a aquel sitio y Narbeleth prontamente diviso a lo lejos la misma sombra que había visto hace varios años en aquel trágico momento. Con toda la furia acumulada lanzó una descarga eléctrica, pero desafortunadamente la sombra lo esquivó, así mismo la sombra lanzó otro conjuro que duramente Narbeleth pudo esquivar. Elethloen viendo que ambos hechiceros estaban luchando sin darse cuenta lo que sucedía alrededor trepó por una roca y se arrastró hacia donde podía tener un excelente ángulo de tiro, pero desafortunadamente y sin poder reaccionar la sombra negra lanzó un misil de fuego que desquebrajó la roca que se situaba arriba y golpeó al arquero dejándolo tumbado en el piso. Al ver esto Narbeleth sacó de su interior una fuerza extraordinaria, inhumana y conjuró con unas palabras mágicas uno de los conjuros más sorprendentes y poderosos que ni él tuvo la posibilidad de aprender. El impacto hacia la sombra negra fue tan fuerte que la partió en dos, una vez muerto la sombra Narbeleth sintió intriga por ver quien era el asesino de Ismo. Observó y reconoció su rostro que yacía en dos partes desparramado en el suelo, era un mercenario que trabajaba para su padre, su nombre era Rhun y se encargaba de matar a todo aquel que su señor le digiera. Acordándose de lo que Rhun hacia por su padre, Narbeleth y los demás volvieron a Ullathorpe, subiendo los interminables escalones, viajando por el mar de los olvidados y caminando hacia el norte para reposar allí. Al día siguiente Narbeleth junto con Euricides y Aquiles, caminaron de regreso a Banderbill, donde buscarían al padre de Narbeleth. Cuando llegaron a su destino, Ilzhar, los estaba esperando con una tropa de más de doscientos hombres armados seguidores de Dis Pater. Los soldados estaban atacando el pueblo y los tres valientes soldados que quedaban del clan salieron a luchar. Después de dos días de lucha los tres valientes jóvenes derrotaron a la ineptitud de los soldados del inframundo dejando así nada mas a Ilzhar, que prontamente sería atravesado por tres espadas, la suya empuñada por Narbeleth, la espada reluciente de Euricides y la espada dorada de Aquiles.
Es con este acto que la maldad dejó de existir por un tiempo y nuevamente en las tierras reinaba la paz y la tranquilidad, Narbeleth, Aquiles y Euricides se unieron a la armada de la ciudad de Banderbill, encabezado por el rey Tancredo y Tancredo los benefició con un puesto el cual tenía nada mas que tres vacantes de los cinco puestos que había, este puesto era una mención de las mas altas conmemoraciones, Tancredo les ofreció ser parte del Consejo de la justicia de la ciudad. Narbeleth y Aquiles complacidos por esa mención, la aceptaron, en cuanto a Euricides decidió no aceptarla ya que la mención para ella era tener nuevamente a Narbeleth a su lado. Con el tiempo Narbeleth y Euricides tuvieron un hijo llamado Emeterio, un nombre raro entre los ciudadanos de Banderbill. Aquel hijo se convertiría en uno de los mayores músicos de laúdes de todos los tiempos y con su aprendizaje en el arte de la magia se convertiría en uno de los primero Bardos de la ciudad, dicho con ese nombre por el pueblo. Aquiles formó su propia rama familiar contrayendo matrimonio con Zhery una joven hechicera muy talentosa y la viuda Natrilea acepto a Narbeleth como parte de la familia.
Fin.
- EurocaseNivel 8
- Aportes : -
Mensajes : 471
País :
Edad : 36
Localización : Mar del Plata
Re: Narbeleth, El mago Justo
Mar 06 Jul 2010, 09:42
Fua.... muy buena 
me encanto
Atte: Eurocase
me encantoAtte: Eurocase
Muy buena es mitologia griega q es? ^^- Anigav ~Nivel 0
- Mensajes : 24
País :
Re: Narbeleth, El mago Justo
Mar 06 Jul 2010, 12:42
Los personajes son nicks de otro servidor, el cual también jugamos :p
Juan VarasNivel 0- Mensajes : 23
Edad : 26
Localización : Resistencia.-
Re: Narbeleth, El mago Justo
Mar 06 Jul 2010, 15:02
Muy buena che, segui así, muy bueno todo hasta los nicks.
- Anigav ~Nivel 0
- Mensajes : 24
País :
Re: Narbeleth, El mago Justo
Mar 06 Jul 2010, 23:53
Jaja, hoy voy caminando por Ulla, y veo a 'Narbeleth IV' :p
InvitadoInvitado
Re: Narbeleth, El mago Justo
Miér 07 Jul 2010, 13:22
Me gusto, te mataste escribiendo
KethyelNivel 0
- Mensajes : 10
Edad : 32
Re: Narbeleth, El mago Justo
Miér 07 Jul 2010, 14:23
Aca esta, sisi ese soy yo... el creador de la historia 
... eh visto los comentarios gracias por las felicitaciones y les doy un agradecimiento a ustedes por tomarse el tiempo de leer la historia que no es corta ...
atte: HerNo.-
... eh visto los comentarios gracias por las felicitaciones y les doy un agradecimiento a ustedes por tomarse el tiempo de leer la historia que no es corta ... atte: HerNo.-
luluNivel 2
- Mensajes : 131
País :
Edad : 29
Localización : tigre
Re: Narbeleth, El mago Justo
Miér 07 Jul 2010, 21:24
Euuuuu yo lo conosco a Narbelth ajaj es del Hispano ao es consejero Yo en el hispano me llamo Pepee soi bardo gnomo y de la armada ajaj y en este servidor en la anteriro version era lulu y mi clan era y en este soi CLOEH
littoNivel 1
- Mensajes : 76
País :
Edad : 30
Localización : V.Carlos Paz
Re: Narbeleth, El mago Justo
Sáb 10 Jul 2010, 15:33
muy buena ... un toq larga pero asi es mejor... jjaajja MITOLOGIA AO jaja
pero asi es mejor... jjaajja MITOLOGIA AO jaja
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.