[Historia] Deja Vú
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Nanshe
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[Historia] Deja Vú
Sáb 10 Abr 2010, 05:57
Deja Vú
Por: Tomas E Belaus
Capitulo I: La partida
Luego de lidiar con fastidiosos enanos en la taberna de Liuk, me digne a regresar a mi cabaña.
Brrrr, que frío hacia esa noche!, pero el ambiente sombrío no era gratuito.
El ruido de corceles no se hiso esperar, las hordas Orcas ya estaban acechando.
Rondaban los sesenta mil, según comentó el informante.
Pasado un rato, los estrépitos, causa de los ataques orcos, cesaron.
Cadáveres inertes yacían en los adoquines manchados con tinta roja. Escudos abandonados por los caídos valientes que lucharon contra estos salvajes, se veían por doquier, sinceramente, hasta el mismísimo Thriump, dios de la guerra, quedaría obnubilado ante terrible tragedia.
Pasada la media noche, llegó el mensajero imperial a reclutar hombres fuertes y ágiles mujeres, maestras en el arte de montar y manejo de arcos.
Nos llevaron en carretas, a caballo y a pié. Yo, desgraciadamente, pertenecía a este último grupo.
Capitulo II: La preparación.
Llegamos a Chrión, cerca de las 1:30 am, el campamento militar mas cercano a Thoor. Nos recibieron los sub-oficiales y el mismo general Dik On, recuerdo sus palabras.
-"Jóvenes, creo que ya todos sabemos una cosa, nos prepararemos para la guerra. Pero, aún así, la incertidumbre de un posible fracaso seguramente atormenta sus mentes. No?."-
Un elfo, joven de edad, dio un paso al frente y exclamó:
-"Para que temer, si de una forma u otra vamos a morir. Pero que pensamiento mas triste nos acompañaría toda la vida, y un poco mas también, si supiéramos que nuestro imperio nórdico, aquel que tanto quisimos, ahora es nada mas que una colonia de estos Bárbaros!"-, -"Ustedes, ¡¿desean estar en su tumba retorciéndose atormentados por el hecho de no haber servido para nada?!, pues yo no!, pues, acompáñenos quien quiera, pero sepa una cosa, su muerte será vana mientras que la de los héroes, será leyenda."-
Todo el mundo dio un paso al frente y al unísono dijeron, -"¡Queremos ser leyenda!"-.
Dik On dijo frotándose las manos -"Perfecto, su entrenamiento comenzará al amanecer, espero que sean tan fuertes como alardean. Duerman bien, que en unas horas, los haré guerreros".-
Pasadas las ocho, todos nos levantamos exaltados por el ruido de una trompeta.
-"Que rayos pasa!"- gritó Feight, una enana, experta en la montura.
-"Que vocabulario, pequeña"- dijo sobador Jinthy, un hombre corpulento, de aproximadamente 1,90 de alto, maestro en el combate cuerpo a cuerpo.
-"¿Pequeña?, ¡Como que pequeña!, que no te agarre, montaña inservible, porque te voy a enseñar lo que es bueno!"- dijo la enana con verdaderas ganas de estrangularlo en ese mismo lugar. Siguieron así por casi 10 minutos, 10 interminables minutos.
Fuimos a la cocina por un poco de alimentos, y causa al incidente Enano - Primate, llegamos últimos, por lo tanto, nos quedamos sin comer...
Con el estomago crujiendo, nos unimos a los demás y partimos en una hélida caminata hasta el playón de entrenamiento.
Aspinor era el nombre de nuestro torturador, digo, entrenador. Medía poco mas de 1,75 y, causa las cicatrices, nunca dilucidamos si era un humano o un elfo...
Despectivamente, se dirigió a Dik On -"¿Esto me traes?, ¡Vamos!, no me hagas perder el tiempo. Cuando tengas algo que valga la pena, avísame"-. El general, lo miró, volteó y se fue escoltado por sus dos sub-oficiales.
Aspinor dijo, aún sin darse vuelta, -"¿Siguen aquí?, ¡Vamos, comiencen!, quiero 15 vueltas al playón, el primero en quejarse lo devuelvo a casa y que se las arregle con los orcos-
Todos refunfuñaron, casi que por reflejo. Aspinor, astuto como un zorro, volteó y dijo -"¿Que acabo de decir? ¡Sin quejas! ¡CORRAN!"-
Terminado ese ejercicio, nos llevo a un apartado del lugar, donde habían monigotes de paja y mimbre.
-"Estos serán sus oponentes, uno por uno, hagan fila y demuéstrenme como derribarían a un adversario"-. Nadie lo logró, ya que estos estaban enterrados. -"¡Que poca atención que prestan!, me quiero imaginar que en batalla van a pensar contra quien se enfrentan y analizar cada uno de los oponentes que se les presentan. Miren"-
Todos quedamos absortos al ver que, en dos movimientos, tumbó el monigote como si fuera una pluma.
-"Ya se que me van a preguntar, no les voy a decir como lo hice. Su entrenamiento estará completo, cuando se den cuenta como se hace y como se actúa ante cada oponente. Síganme"-
Un mes y medio después:
Hoy nos nombrarán a cada uno un cargo, y una especialidad.
A mi me tocó arquero, junto con Feight. A jinthy le asignaron soldado común. Rango no nos dieron todavía. Somos soldados rasos.
Capitulo III: La Reunión.
Partimos de Chrión a Priums, la ciudad imperial, para reunirnos todos los soldados de la ContraFuerza, como nos llamo el emperador.
Había hombres y mujeres de todas las provincias imperiales, Yium, Rioh, Jeinwes, Niehurn (La ciudad pesquera), y muchos mas.
Rondábamos los Cincuenta mil.
El emperador dio un emotivo discurso de aproximadamente cuarenta minutos, en los que explayaba la importancia de los valores en batalla, las estrategias imperiales y muchas cosas mas...
De golpe, entran dos cuidadores del bosque con un orco maniatado. -"Señor, hemos encontrado este fisgón en el bosque"-
-"Procedan con la ejecución, no tendremos piedad de estos inmundos"- respondió Thrinor, el emperador.
Nos preparamos para el primer enfrentamiento; intentaríamos recuperar Jeinwes, un pequeño poblado mercantil. Los orcos lo habían tomad, casi al mismo tiempo que tomaron Thoor.
Estaba custodiada por dos atalayas de madera en la entrada y aproximadamente mil soldados.
Capitulo IV: Toma de Jeinwes.
Partimos a la mañana siguiente. Éramos unos dos mil quinientos hombres y mujeres. Yo iba en la cuarta fila detrás del comandante Gheter.
A unos mil metros de la muralla de Jeinwes, nos dividimos en 3 grupos. Un grupo de 250 arqueros y 250 espadachines a caballo esperaron en el camino. Mil fueron por la colina este, de 10 en 10, saltaron la muralla, aprovechando la penumbra que todavía quedaba dado la hora. Los otros mil fueron por los molinos del oeste a esperar la señal.
Una ves que el grupo "Este" estuviera dentro, los 500 que esperábamos en el frente, avanzamos derribando a los vigías a modo de distracción. Tal como esperamos, todos los soldados que estaban en la ciudad, salieron a atacarnos. Mientras tanto, los del grupo "Oeste", habían preparado una lluvia de flechas. El grupo "Este" los atacó por detrás, los del grupo "oeste" por el aire, mediante la lluvia de flechas y nosotros por el frente. La batalla duró muy poco, teníamos una victoria cantada. Gracias a dios, no tuvimos ninguna baja, tan solo dos heridos.
Los aldeanos nos agradecieron con un festín.
Malas noticias nos llegaron a la tarde. Un grupo de mil doscientos solados fueron a tomar Rioh, sufrieron una emboscada y no se salvó nadie. Para peor, entre las bajas estaba Jinthy, mi compañero de campaña. Pero bueno, son cosas de la guerra.
Debilitados por esa perdida, decidimos tomar una ciudad un poco mas pequeña, cercana a un río, lo que nos daba ventaja, ya que carecía de murallas en esa zona. Se llamaba Niehurn. Pero ahora, a descansar.
A la mañana siguiente nos reunimos con mil quinientos soldados mas y partimos hacia el nuevo objetivo.
Capitulo V: Batallas e incertidumbre.
Nos dividimos en cuatro grupos, cada uno de mil soldados.
Me tocó el que menos quería, el de refuerzo. Cada parte recibió un nombre, yo estaba en el grupo Deltha, el que atacaba por agua, Rhenius, los que asediaban las murallas por ambos polos, Mithron y Kiops.
Atacamos por la noche. El efecto sorpresa jugó a nuestro favor. A pesar de haber recibido mil perdidas, nos anotamos otra victoria en esta guerra. Tuvimos que socorrer a Rhenius, ya que los sorprendieron cuando desembarcaban.
Ahora nos dirigíamos hacia el oeste, a recuperar Yium y sus preciadas minas de diamantes.
Capitulo VI: Decisiones Erráticas.
Mientras avanzábamos, tarareando una zaloma de mar, uno de los portadores, fue derribado por una flecha. Eran los elfos de la noche!, se habían aliado a los orcos a cambio de un sabroso botín. Perdimos veinticinco hombres en manos de esos cobardes, a quienes encontramos y huyeron como ratas por tirante.
Pero, ¡que habíamos hecho!, perdimos el camino por seguir a estos mal nacidos.
Desperdiciamos dos días y provisiones en hallarlo. Seguimos caminando.
Capitulo VII: La batalla de Yium
Llegamos y nos encontramos con algo que no esperábamos, Toda la ciudad había sido quemada y no había ningún sobreviviente visible. Los orcos tomaron los diamantes extraídos, y quemaron todo. Se habían cobrado casi tres mil muertes solo por unas cuantas piedras preciosas. Eso nos abrió los ojos a la avaricia de estos seres y los despiadados que podían ser ante un botín grande.
¡Estábamos abatidos! Pensar en todos los niños que se habían quedado sin futuro solo por el brillo de unas rocas mas fuertes que el acero.
Es increíble lo que se hace por la riqueza y el poder.
De repente, una horda de cuatro mil quinientos orcos nos atacaron por el sur. A pesar de ser menor cantidad, éramos mas sólidos como ejercito y resistimos el ataque. Aunque no lo pudimos clasificar como victoria, ya que la ciudad estaba destrozada, nos alegró haber salidos indemnes de ese ataque.
Capitulo VIII: Desilusión.
Nos dieron la orden de regresar a Primus. El emperador había cedido parte del imperio a los orcos a cambio de paz. No soportaba mas bajas civiles e inocentes.
Se rumoreaba, que se le había pagado a Thrinor. ¡Se vendió por unas cuantas monedas!, ¿Saldó casi siete mil muertes de su ejercito con un par de diamantes? Y nos habla a nosotros de honor. Que repugnante.
Muy indignados, dimos la vuelta y regresamos.
Luego de tres eternos días de caminata y cabalgata, llegamos a los campos imperiales.
Estaba todo desolado. Nos cruzamos con otro ejército del emperador, eran unos cinco mil hombres que habían ido a revisar todos los bosques colindantes. Los otros cuarenta mil soldados estaban desplegados por todo el imperio, o bien, habían dado la vida por estas tierras.
Un informante, nos comentó, que era todo una trampa. Habían sitiado Primus y enviaron esos mensajes falsos.
Enterados de esto, comenzamos a elaborar un plan.
Capitulo IX: La preparación
Nos establecimos en un claro cercano a la ciudad.
Enseguida nos dividimos tareas. Un grupo montaría guardia turnándose, otro recolectaría madera, otros montarían el plan, y demás.
Al desconocer la cantidad de efectivos con los que ellos contaban, fuimos a lo seguro.
Decidimos atacar por agua. Primus tenia un gran puerto mercantil, con mucho flujo. Divididos en dos, tomaríamos puntos estratégicos de la ciudad para luego atacar el centro, el palacio.
Éramos apenas doce mil soldados, ya que se nos habían unido un par de hombres que encontramos en un poblado cercano.
Quizás ellos fueran treinta mil o cuarenta mil, debíamos emplear todo lo que hubiéramos aprendido en nuestro arduo entrenamiento para asegurarnos una victoria.
La prioridad no era rescatar al rey, sino desterrar a los orcos de estas tierras.
Estaba todo planeado para las diez de la noche. A la una en punto libraríamos batalla.
Capitulo X: Decisivo.
Llegó la hora. Todos vestíamos nuestras armaduras, estábamos completamente decididos a no salir de ahí como esclavos o cadáveres.
Tomamos el muelle mas rápido de lo que habíamos pensado. Habían unos pocos guardias orcos a quienes abatimos sin problema.
Un pequeño grupo se quedo montando guardia en el muelle, otro se dirigiría a la cárcel real, la casa de provisiones, la cantina de la ciudad, la iglesia y por fin, nos reuniríamos en la puerta del palacio. Mi grupo se dirigiría a los cuarteles de entrenamiento, los cotos de arquería, el cementerio y luego, al objetivo común.
Las ordenes que nos repartimos en el muelle fueron especificas y justas, con que alguien saliera del plan, se podría arruinar la misión.
Capitulo XI: ¿El final?
El grupo encargado de la cacel, cumplió sus objetivos sin mayor problema que el haber perdido mas de mil doscientos hombres...
Nosotros, la tubimos un poco mas complicada, primero, se nos apareció casi toda la guardia montada que tenían los orcos en los cuarteles. Luego, todos o casi todos, los arqueros, y por suerte no recibimos sorpresas en el cementerio. Sufrimos tambien unas mil o mil doscientas bajas. Pero aún eramos nueve mil y muy motivados por estas victorias.
Llegamos al palacio y ya el otro grupo había derribado la puerta y abatido la guardia que poseían en este. Entramos.
Revisamos una por una las habitaciones que tenia el castillo. Acabamos con todo el ejercito. Quedamos tan solo quinientos de los docemil que habíamos reunido. Ellos aún poseian mas de dosmil hombres. Pero, empleando una tactica la cual luego llamamos "Forja" logramos acabar con mas de la mitad. El resto logró escapar.
Pasaron un par de días, hasta que logramos reconstruir la ciudad.
Establecimos vigías las veinticuatro horas.
Capitulo XII: Deja Vú
Luego de lidiar con fastidiosos enanos en la taberna, me digne a regrezar a mi cabaña.
Brrrr, que frío hacia esa noche!, pero el ambiente sombrío no era gratuito.
El ruido de corceles no se hiso esperar, las ordas Orcas ya estaban acechando.
Rondaban los sesentamil, segun comentó el informante...
Espero les guste y lo entiendan, lo hice como para pensarlo XD
Saludos
Nanshe
Por: Tomas E Belaus
Capitulo I: La partida
Luego de lidiar con fastidiosos enanos en la taberna de Liuk, me digne a regresar a mi cabaña.
Brrrr, que frío hacia esa noche!, pero el ambiente sombrío no era gratuito.
El ruido de corceles no se hiso esperar, las hordas Orcas ya estaban acechando.
Rondaban los sesenta mil, según comentó el informante.
Pasado un rato, los estrépitos, causa de los ataques orcos, cesaron.
Cadáveres inertes yacían en los adoquines manchados con tinta roja. Escudos abandonados por los caídos valientes que lucharon contra estos salvajes, se veían por doquier, sinceramente, hasta el mismísimo Thriump, dios de la guerra, quedaría obnubilado ante terrible tragedia.
Pasada la media noche, llegó el mensajero imperial a reclutar hombres fuertes y ágiles mujeres, maestras en el arte de montar y manejo de arcos.
Nos llevaron en carretas, a caballo y a pié. Yo, desgraciadamente, pertenecía a este último grupo.
Capitulo II: La preparación.
Llegamos a Chrión, cerca de las 1:30 am, el campamento militar mas cercano a Thoor. Nos recibieron los sub-oficiales y el mismo general Dik On, recuerdo sus palabras.
-"Jóvenes, creo que ya todos sabemos una cosa, nos prepararemos para la guerra. Pero, aún así, la incertidumbre de un posible fracaso seguramente atormenta sus mentes. No?."-
Un elfo, joven de edad, dio un paso al frente y exclamó:
-"Para que temer, si de una forma u otra vamos a morir. Pero que pensamiento mas triste nos acompañaría toda la vida, y un poco mas también, si supiéramos que nuestro imperio nórdico, aquel que tanto quisimos, ahora es nada mas que una colonia de estos Bárbaros!"-, -"Ustedes, ¡¿desean estar en su tumba retorciéndose atormentados por el hecho de no haber servido para nada?!, pues yo no!, pues, acompáñenos quien quiera, pero sepa una cosa, su muerte será vana mientras que la de los héroes, será leyenda."-
Todo el mundo dio un paso al frente y al unísono dijeron, -"¡Queremos ser leyenda!"-.
Dik On dijo frotándose las manos -"Perfecto, su entrenamiento comenzará al amanecer, espero que sean tan fuertes como alardean. Duerman bien, que en unas horas, los haré guerreros".-
Pasadas las ocho, todos nos levantamos exaltados por el ruido de una trompeta.
-"Que rayos pasa!"- gritó Feight, una enana, experta en la montura.
-"Que vocabulario, pequeña"- dijo sobador Jinthy, un hombre corpulento, de aproximadamente 1,90 de alto, maestro en el combate cuerpo a cuerpo.
-"¿Pequeña?, ¡Como que pequeña!, que no te agarre, montaña inservible, porque te voy a enseñar lo que es bueno!"- dijo la enana con verdaderas ganas de estrangularlo en ese mismo lugar. Siguieron así por casi 10 minutos, 10 interminables minutos.
Fuimos a la cocina por un poco de alimentos, y causa al incidente Enano - Primate, llegamos últimos, por lo tanto, nos quedamos sin comer...
Con el estomago crujiendo, nos unimos a los demás y partimos en una hélida caminata hasta el playón de entrenamiento.
Aspinor era el nombre de nuestro torturador, digo, entrenador. Medía poco mas de 1,75 y, causa las cicatrices, nunca dilucidamos si era un humano o un elfo...
Despectivamente, se dirigió a Dik On -"¿Esto me traes?, ¡Vamos!, no me hagas perder el tiempo. Cuando tengas algo que valga la pena, avísame"-. El general, lo miró, volteó y se fue escoltado por sus dos sub-oficiales.
Aspinor dijo, aún sin darse vuelta, -"¿Siguen aquí?, ¡Vamos, comiencen!, quiero 15 vueltas al playón, el primero en quejarse lo devuelvo a casa y que se las arregle con los orcos-
Todos refunfuñaron, casi que por reflejo. Aspinor, astuto como un zorro, volteó y dijo -"¿Que acabo de decir? ¡Sin quejas! ¡CORRAN!"-
Terminado ese ejercicio, nos llevo a un apartado del lugar, donde habían monigotes de paja y mimbre.
-"Estos serán sus oponentes, uno por uno, hagan fila y demuéstrenme como derribarían a un adversario"-. Nadie lo logró, ya que estos estaban enterrados. -"¡Que poca atención que prestan!, me quiero imaginar que en batalla van a pensar contra quien se enfrentan y analizar cada uno de los oponentes que se les presentan. Miren"-
Todos quedamos absortos al ver que, en dos movimientos, tumbó el monigote como si fuera una pluma.
-"Ya se que me van a preguntar, no les voy a decir como lo hice. Su entrenamiento estará completo, cuando se den cuenta como se hace y como se actúa ante cada oponente. Síganme"-
Un mes y medio después:
Hoy nos nombrarán a cada uno un cargo, y una especialidad.
A mi me tocó arquero, junto con Feight. A jinthy le asignaron soldado común. Rango no nos dieron todavía. Somos soldados rasos.
Capitulo III: La Reunión.
Partimos de Chrión a Priums, la ciudad imperial, para reunirnos todos los soldados de la ContraFuerza, como nos llamo el emperador.
Había hombres y mujeres de todas las provincias imperiales, Yium, Rioh, Jeinwes, Niehurn (La ciudad pesquera), y muchos mas.
Rondábamos los Cincuenta mil.
El emperador dio un emotivo discurso de aproximadamente cuarenta minutos, en los que explayaba la importancia de los valores en batalla, las estrategias imperiales y muchas cosas mas...
De golpe, entran dos cuidadores del bosque con un orco maniatado. -"Señor, hemos encontrado este fisgón en el bosque"-
-"Procedan con la ejecución, no tendremos piedad de estos inmundos"- respondió Thrinor, el emperador.
Nos preparamos para el primer enfrentamiento; intentaríamos recuperar Jeinwes, un pequeño poblado mercantil. Los orcos lo habían tomad, casi al mismo tiempo que tomaron Thoor.
Estaba custodiada por dos atalayas de madera en la entrada y aproximadamente mil soldados.
Capitulo IV: Toma de Jeinwes.
Partimos a la mañana siguiente. Éramos unos dos mil quinientos hombres y mujeres. Yo iba en la cuarta fila detrás del comandante Gheter.
A unos mil metros de la muralla de Jeinwes, nos dividimos en 3 grupos. Un grupo de 250 arqueros y 250 espadachines a caballo esperaron en el camino. Mil fueron por la colina este, de 10 en 10, saltaron la muralla, aprovechando la penumbra que todavía quedaba dado la hora. Los otros mil fueron por los molinos del oeste a esperar la señal.
Una ves que el grupo "Este" estuviera dentro, los 500 que esperábamos en el frente, avanzamos derribando a los vigías a modo de distracción. Tal como esperamos, todos los soldados que estaban en la ciudad, salieron a atacarnos. Mientras tanto, los del grupo "Oeste", habían preparado una lluvia de flechas. El grupo "Este" los atacó por detrás, los del grupo "oeste" por el aire, mediante la lluvia de flechas y nosotros por el frente. La batalla duró muy poco, teníamos una victoria cantada. Gracias a dios, no tuvimos ninguna baja, tan solo dos heridos.
Los aldeanos nos agradecieron con un festín.
Malas noticias nos llegaron a la tarde. Un grupo de mil doscientos solados fueron a tomar Rioh, sufrieron una emboscada y no se salvó nadie. Para peor, entre las bajas estaba Jinthy, mi compañero de campaña. Pero bueno, son cosas de la guerra.
Debilitados por esa perdida, decidimos tomar una ciudad un poco mas pequeña, cercana a un río, lo que nos daba ventaja, ya que carecía de murallas en esa zona. Se llamaba Niehurn. Pero ahora, a descansar.
A la mañana siguiente nos reunimos con mil quinientos soldados mas y partimos hacia el nuevo objetivo.
Capitulo V: Batallas e incertidumbre.
Nos dividimos en cuatro grupos, cada uno de mil soldados.
Me tocó el que menos quería, el de refuerzo. Cada parte recibió un nombre, yo estaba en el grupo Deltha, el que atacaba por agua, Rhenius, los que asediaban las murallas por ambos polos, Mithron y Kiops.
Atacamos por la noche. El efecto sorpresa jugó a nuestro favor. A pesar de haber recibido mil perdidas, nos anotamos otra victoria en esta guerra. Tuvimos que socorrer a Rhenius, ya que los sorprendieron cuando desembarcaban.
Ahora nos dirigíamos hacia el oeste, a recuperar Yium y sus preciadas minas de diamantes.
Capitulo VI: Decisiones Erráticas.
Mientras avanzábamos, tarareando una zaloma de mar, uno de los portadores, fue derribado por una flecha. Eran los elfos de la noche!, se habían aliado a los orcos a cambio de un sabroso botín. Perdimos veinticinco hombres en manos de esos cobardes, a quienes encontramos y huyeron como ratas por tirante.
Pero, ¡que habíamos hecho!, perdimos el camino por seguir a estos mal nacidos.
Desperdiciamos dos días y provisiones en hallarlo. Seguimos caminando.
Capitulo VII: La batalla de Yium
Llegamos y nos encontramos con algo que no esperábamos, Toda la ciudad había sido quemada y no había ningún sobreviviente visible. Los orcos tomaron los diamantes extraídos, y quemaron todo. Se habían cobrado casi tres mil muertes solo por unas cuantas piedras preciosas. Eso nos abrió los ojos a la avaricia de estos seres y los despiadados que podían ser ante un botín grande.
¡Estábamos abatidos! Pensar en todos los niños que se habían quedado sin futuro solo por el brillo de unas rocas mas fuertes que el acero.
Es increíble lo que se hace por la riqueza y el poder.
De repente, una horda de cuatro mil quinientos orcos nos atacaron por el sur. A pesar de ser menor cantidad, éramos mas sólidos como ejercito y resistimos el ataque. Aunque no lo pudimos clasificar como victoria, ya que la ciudad estaba destrozada, nos alegró haber salidos indemnes de ese ataque.
Capitulo VIII: Desilusión.
Nos dieron la orden de regresar a Primus. El emperador había cedido parte del imperio a los orcos a cambio de paz. No soportaba mas bajas civiles e inocentes.
Se rumoreaba, que se le había pagado a Thrinor. ¡Se vendió por unas cuantas monedas!, ¿Saldó casi siete mil muertes de su ejercito con un par de diamantes? Y nos habla a nosotros de honor. Que repugnante.
Muy indignados, dimos la vuelta y regresamos.
Luego de tres eternos días de caminata y cabalgata, llegamos a los campos imperiales.
Estaba todo desolado. Nos cruzamos con otro ejército del emperador, eran unos cinco mil hombres que habían ido a revisar todos los bosques colindantes. Los otros cuarenta mil soldados estaban desplegados por todo el imperio, o bien, habían dado la vida por estas tierras.
Un informante, nos comentó, que era todo una trampa. Habían sitiado Primus y enviaron esos mensajes falsos.
Enterados de esto, comenzamos a elaborar un plan.
Capitulo IX: La preparación
Nos establecimos en un claro cercano a la ciudad.
Enseguida nos dividimos tareas. Un grupo montaría guardia turnándose, otro recolectaría madera, otros montarían el plan, y demás.
Al desconocer la cantidad de efectivos con los que ellos contaban, fuimos a lo seguro.
Decidimos atacar por agua. Primus tenia un gran puerto mercantil, con mucho flujo. Divididos en dos, tomaríamos puntos estratégicos de la ciudad para luego atacar el centro, el palacio.
Éramos apenas doce mil soldados, ya que se nos habían unido un par de hombres que encontramos en un poblado cercano.
Quizás ellos fueran treinta mil o cuarenta mil, debíamos emplear todo lo que hubiéramos aprendido en nuestro arduo entrenamiento para asegurarnos una victoria.
La prioridad no era rescatar al rey, sino desterrar a los orcos de estas tierras.
Estaba todo planeado para las diez de la noche. A la una en punto libraríamos batalla.
Capitulo X: Decisivo.
Llegó la hora. Todos vestíamos nuestras armaduras, estábamos completamente decididos a no salir de ahí como esclavos o cadáveres.
Tomamos el muelle mas rápido de lo que habíamos pensado. Habían unos pocos guardias orcos a quienes abatimos sin problema.
Un pequeño grupo se quedo montando guardia en el muelle, otro se dirigiría a la cárcel real, la casa de provisiones, la cantina de la ciudad, la iglesia y por fin, nos reuniríamos en la puerta del palacio. Mi grupo se dirigiría a los cuarteles de entrenamiento, los cotos de arquería, el cementerio y luego, al objetivo común.
Las ordenes que nos repartimos en el muelle fueron especificas y justas, con que alguien saliera del plan, se podría arruinar la misión.
Capitulo XI: ¿El final?
El grupo encargado de la cacel, cumplió sus objetivos sin mayor problema que el haber perdido mas de mil doscientos hombres...
Nosotros, la tubimos un poco mas complicada, primero, se nos apareció casi toda la guardia montada que tenían los orcos en los cuarteles. Luego, todos o casi todos, los arqueros, y por suerte no recibimos sorpresas en el cementerio. Sufrimos tambien unas mil o mil doscientas bajas. Pero aún eramos nueve mil y muy motivados por estas victorias.
Llegamos al palacio y ya el otro grupo había derribado la puerta y abatido la guardia que poseían en este. Entramos.
Revisamos una por una las habitaciones que tenia el castillo. Acabamos con todo el ejercito. Quedamos tan solo quinientos de los docemil que habíamos reunido. Ellos aún poseian mas de dosmil hombres. Pero, empleando una tactica la cual luego llamamos "Forja" logramos acabar con mas de la mitad. El resto logró escapar.
Pasaron un par de días, hasta que logramos reconstruir la ciudad.
Establecimos vigías las veinticuatro horas.
Capitulo XII: Deja Vú
Luego de lidiar con fastidiosos enanos en la taberna, me digne a regrezar a mi cabaña.
Brrrr, que frío hacia esa noche!, pero el ambiente sombrío no era gratuito.
El ruido de corceles no se hiso esperar, las ordas Orcas ya estaban acechando.
Rondaban los sesentamil, segun comentó el informante...
Espero les guste y lo entiendan, lo hice como para pensarlo XD
Saludos
Nanshe
- MerionesNivel 14
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Re: [Historia] Deja Vú
Sáb 10 Abr 2010, 15:14
Wowww, muy buena ENANO, es tuya? Aunque dice arriba Tomás E Buose o algo asi,.xD
Esta muy buena. Un abrazo, +1 para vos :D
Esta muy buena. Un abrazo, +1 para vos :D
- NansheNivel Máximo
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Re: [Historia] Deja Vú
Sáb 10 Abr 2010, 15:50
Necoh~ escribió:Wowww, muy buena ENANO, es tuya? Aunque dice arriba Tomás E Buose o algo asi,.xD
Esta muy buena. Un abrazo, +1 para vos
COmo aunque!!! Es mi nombre!! jaja
Gracias, el que no la entienda me manda MP.. es medio jodida
Saludos
Nanshe
- mATIAS.-Nivel 2
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Re: [Historia] Deja Vú
Sáb 10 Abr 2010, 21:37
Esaaa esta buenna la entendi bien
- AmossienNivel 17
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Re: [Historia] Deja Vú
Dom 11 Abr 2010, 15:27
Felicitaziones tomi, la verdad, excelente historia !
- SunShiNe.-Nivel 11
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Re: [Historia] Deja Vú
Dom 11 Abr 2010, 22:24
Lenda historia pb
- CamusNivel 4
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Re: [Historia] Deja Vú
Lun 12 Abr 2010, 22:47
Es muy largo pero esta Buenisimo
- Vermell (Inti)Nivel 16
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Localización : Capital federal.
Re: [Historia] Deja Vú
Dom 25 Abr 2010, 01:07
Esta si me gustó che!, está muy linda...
Mandate otra dentro de poco ...
Atte...
¡ I N T I !
Mandate otra dentro de poco ...
Atte...
¡ I N T I !
- GiwenNivel 1
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Edad : 30
Localización : Aca a la vuelta :D
Re: [Historia] Deja Vú
Dom 25 Abr 2010, 11:32
Muy buena, la verdad, bárbara.
Te felicito Tomi, cuando puedas tirate otra que te salen bien .
Saludos.
Kimbly
Te felicito Tomi, cuando puedas tirate otra que te salen bien .
Saludos.
Kimbly
- EurocaseNivel 8
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Edad : 36
Localización : Mar del Plata
Re: [Historia] Deja Vú
Lun 24 Mayo 2010, 12:16
Realmente sorprendida, uno al ver este tipo de historias se da cuenta que ahi muchos talentos, si puedo afirmar, lo tuyo es un talento... estoy impactada, muy buena obra literaria.
Felicidades!!
Mi puntuación: 10 (Diez)
Felicidades!!
Mi puntuación: 10 (Diez)
- InvitadoInvitado
Re: [Historia] Deja Vú
Lun 24 Mayo 2010, 15:04
Exelente enano [no hablo mucho porque tambien soy enano] suerte!
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