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Le Bleurassé ~Nivel 2
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Edad : 29
Historia Blitzen.
Mar 08 Feb 2011, 20:01
El forajido que se volvió caballero.
Está historia data de una época dorada donde los corceles eran quienes transportaban cargas de trigo como caballeros que se disputaban el honor en duelo a muerte. Época donde los castillos abundaban el mundo magnificando a su feudal señor, su rey. Un tiempo donde las leyendas cobraban vida y pasaban de ser escrituras irreales de libros para presentarse en esta dimensión y asombrar a cuan hombre se le cruce. Época de guerras, ladrones, y héroes.
-¡Blitzen! Viejo amigo.- Instantáneamente, abrí mis ojos y giré mi cabeza hacia la entrada de la tienda.
-¿Acaso no vas a saludar a un viejo servidor?- Decía un tipo de capucha mientras extendía sus brazos invitándome en a un abrazo en señal de amistad.
-¡Görick! ¿Qué te trae a este espantoso bosque? - Pregunté mientras abrazaba a mi viejo amigo.
-Pues tan solo estaba de paso, y me pregunté ¿Por qué no saludas a quien participo en tantos asaltos a mi lado protegiendo mi espalda? Y bien aquí estoy. Pero ya debo marcharme, como sabrás, estoy al servicio de mi rey ahora, y tengo obligaciones. - Contó Görick.
-Bah, ese rey ¡Que manejable que te has vuelto colega! En fin, si es así, pues sigue tu camino. Siempre es un gusto y un tesoro volver a verte. -
-Pues bien entonces, me retiro. Adiós compañero. – Me dijo casi en un susurro mi ex compañero de delitos y se marchó.
Al rato, escuché unos corceles relinchando agitados, como si fueran galopando ¡Oro! Dije para mí mismo tomando con mi mano mi casco.
Efectivamente tropas reales circulaban la zona donde estaba acampando con otros bandidos con los que convivía. Contemplé momentáneamente los cuatro corceles que escoltaban a un obispo y divisé el punto débil. Lancé una daga en la montura donde se sentaba el obispo cortando el cuero y este cayó al piso. Entonces me acerqué disimulado y extendí mi mano para ayudarlo a levantarse.
-Gracias noble caballero- Obispo.
Ese comentario casi me hace reír a carcajadas pero mantuve la compostura. Los cuatro escuderos prosiguieron con su camino sin notar que su protegido había caído.
- ¡Maldición! Debía entregar una espada muy valiosa y unas joyas a mi rey.- Contó confiado.
Já, tonto despistado. Lo invité a beber algo en mi tienda, y este acepto con gusto. Le ofrecí vino y procedió a contarme un poco sobre el rey y el castillo. Y claro, las riquezas que se guardan en él.
El hombre terminó por embriagarse y robé todas sus pertenencias. Lo dejé a un lado de un río cercano como para que fuese hallado por los soldados. Tal y como había comentado, tenía una gran cantidad de joyas y piedras preciosas, las joyas de la corona ahora era mías. Pero lo que me hizo contener la respiración un momento para poder admirarla con mayor atención, fue la espada. Su belleza era inigualable, como lo era su filo. Era increíblemente ligera, a pesar de su gran tamaño. La empuñadura poseía miniaturescos rubíes incrustados tan brillantes como la reflexión de los rayos solares en el filo de una daga de plata. Quede completamente maravillado ante tanta perfección. Forjada sin un solo error, hecha con minerales de plata casi imposibles de conseguir. La hoja grabada a fuego escrita en letras templarias. Y la vaina de cuero sólido, de jabalí creo. El cuero más resistente que existe.
Continuará...
Está historia data de una época dorada donde los corceles eran quienes transportaban cargas de trigo como caballeros que se disputaban el honor en duelo a muerte. Época donde los castillos abundaban el mundo magnificando a su feudal señor, su rey. Un tiempo donde las leyendas cobraban vida y pasaban de ser escrituras irreales de libros para presentarse en esta dimensión y asombrar a cuan hombre se le cruce. Época de guerras, ladrones, y héroes.
-¡Blitzen! Viejo amigo.- Instantáneamente, abrí mis ojos y giré mi cabeza hacia la entrada de la tienda.
-¿Acaso no vas a saludar a un viejo servidor?- Decía un tipo de capucha mientras extendía sus brazos invitándome en a un abrazo en señal de amistad.
-¡Görick! ¿Qué te trae a este espantoso bosque? - Pregunté mientras abrazaba a mi viejo amigo.
-Pues tan solo estaba de paso, y me pregunté ¿Por qué no saludas a quien participo en tantos asaltos a mi lado protegiendo mi espalda? Y bien aquí estoy. Pero ya debo marcharme, como sabrás, estoy al servicio de mi rey ahora, y tengo obligaciones. - Contó Görick.
-Bah, ese rey ¡Que manejable que te has vuelto colega! En fin, si es así, pues sigue tu camino. Siempre es un gusto y un tesoro volver a verte. -
-Pues bien entonces, me retiro. Adiós compañero. – Me dijo casi en un susurro mi ex compañero de delitos y se marchó.
Al rato, escuché unos corceles relinchando agitados, como si fueran galopando ¡Oro! Dije para mí mismo tomando con mi mano mi casco.
Efectivamente tropas reales circulaban la zona donde estaba acampando con otros bandidos con los que convivía. Contemplé momentáneamente los cuatro corceles que escoltaban a un obispo y divisé el punto débil. Lancé una daga en la montura donde se sentaba el obispo cortando el cuero y este cayó al piso. Entonces me acerqué disimulado y extendí mi mano para ayudarlo a levantarse.
-Gracias noble caballero- Obispo.
Ese comentario casi me hace reír a carcajadas pero mantuve la compostura. Los cuatro escuderos prosiguieron con su camino sin notar que su protegido había caído.
- ¡Maldición! Debía entregar una espada muy valiosa y unas joyas a mi rey.- Contó confiado.
Já, tonto despistado. Lo invité a beber algo en mi tienda, y este acepto con gusto. Le ofrecí vino y procedió a contarme un poco sobre el rey y el castillo. Y claro, las riquezas que se guardan en él.
El hombre terminó por embriagarse y robé todas sus pertenencias. Lo dejé a un lado de un río cercano como para que fuese hallado por los soldados. Tal y como había comentado, tenía una gran cantidad de joyas y piedras preciosas, las joyas de la corona ahora era mías. Pero lo que me hizo contener la respiración un momento para poder admirarla con mayor atención, fue la espada. Su belleza era inigualable, como lo era su filo. Era increíblemente ligera, a pesar de su gran tamaño. La empuñadura poseía miniaturescos rubíes incrustados tan brillantes como la reflexión de los rayos solares en el filo de una daga de plata. Quede completamente maravillado ante tanta perfección. Forjada sin un solo error, hecha con minerales de plata casi imposibles de conseguir. La hoja grabada a fuego escrita en letras templarias. Y la vaina de cuero sólido, de jabalí creo. El cuero más resistente que existe.
Continuará...
Erkal.Nivel 13- Mensajes : 763
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Edad : 27
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Re: Historia Blitzen.
Mar 08 Feb 2011, 20:11
Muy buena me gusto que tomaste la vida de Blitzen por ej: gire la cabeza, no giro la cabeza mucho rol me encanto espero la proxima historia
Nota general: 10 !!
Nota general: 10 !!
- Le Bleurassé ~Nivel 2
- Mensajes : 142
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Edad : 29
Re: Historia Blitzen.
Mar 08 Feb 2011, 22:53
Muchas gracias. Me gusta hacer relatos en 1° persona.
Lei KirtanamNivel 2- Mensajes : 133
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Re: Historia Blitzen.
Vie 11 Feb 2011, 14:02
¡Que buena historia! Me re atrapo espero ansiosamente la parte 2
Esta muy bien redactada!
Nota: Super 10!
Saludos!
Esta muy bien redactada!
Nota: Super 10!
Saludos!
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