El deseo de un nuevo lugar.

Bienvenidos sean a este viaje por la fantasía.
La fantasía de un lugar distinto al que hoy conocemos, donde no hayan ciudades, ni provincias, ni siquiera una Argentina. Donde no existan límites, en donde las personas no conozcan lo que son las fronteras, las ciudades, los países… donde la palabra “distancia” no esté en nuestro vocabulario. Donde no existan las nacionalidades, donde el concepto “extranjero” se desconozca. Un lugar donde todos seamos iguales, que no nos diferenciemos por haber nacido aquí o allá. Donde el sentido de pertenencia se remita a nuestro hogar, donde habitamos. Quiero que sea este lugar, pero convertido.
Donde no exista el estado, ni la nación; así las personas no buscan que conquistar. En algún lugar donde la ambición se entierre y de ahí no salga. Donde las tierras sean de todos, donde compartamos y nos compartan. Un lugar en el que no haya guerras por egoísmo, donde la vida se valore y no se utilice a las personas como marionetas bélicas. Donde un loco de poder no nos obligue a pelear, sin razón. Donde el “tener mas” no exista, donde todos tengamos lo mismo. Donde un gobernante infame no pisotee a la humanidad.
Yo quiero ese lugar donde no usen mentiras, falsedades, engaños o verdades distorsionadas. Donde las personas tomen conciencia de lo que hacen. No quiero televisiones, celulares, o computadoras… No quiero que la tecnología me domine, quiero dominarla. Donde no exista la tecnología, donde se use lo que la naturaleza nos ofrezca. No quiero que con una excusa hagan bombas, armas ni espadas, para gobernar a los demás, para imponerse sin ningún derecho.
Un lugar en donde nadie nos represente, donde no haga falta. Donde cada uno pueda ser el dueño de su propio destino. Un lugar donde las personas no sean títeres del estado, donde no vivan para los demás, donde vivan para uno mismo. Donde no crezcan estudiando para trabajar, y mueran trabajando para vivir. Donde no se necesite buscar desesperadamente razones y respuestas, para luego saber… que sabemos menos de lo que creíamos.
No deseo ver a mis pares dejar toda su fe, todo el sentido de su vida en un ser sobrenatural. No quiero que haya religiones, donde nos hagan creer lo que ellos quieran, donde busquen una razón a todo. No quiero ver una religión, donde justifiquen nuestras acciones, donde nos inciten al egoísmo. Donde no nos digan que “somos supriores” a las otras especies, donde nos digan, que somos iguales. Donde poderosas religiones manejen nuestra fe, nuestro destino, nuestro comportamiento. No quiero ver a la gente buscar un “¿Por qué?”, quiero verlos encontrar el “¿Para qué?”. No quiero ofrendas, ritos ni sacrificios para agradar a alguien, a un “Dios”, que no se deja ver. Quiero verlos desinteresados, quiero verlos disfrutando y viviendo.

Un lugar donde los recursos naturales no se consuman a medida que el dinero falte, si no a medida que uno los necesite. Donde no se coma por gula, si no por necesidad. Donde el amor no sea un placer pasajero. Donde no exista la discriminación, donde podamos ver a todos de la misma manera, como personas. Donde el ser humano, diga lo que piense y piense como actué. Donde la falsedad no exista, donde los hipócritas no nazcan.
Yo ansío encontrar ese lugar, donde el hambre no mate, el frio no congele, el amor no duela, la inteligencia no mienta. Donde el hombre no abuse de la naturaleza, si no donde la use. Donde el mundo no escupa nubes de contaminación, donde el agua no haga falta, donde el mar sea azul y no oscuro, por culpa del ‘oro negro’. Donde los desiertos sean de flores y no de arena.
Ese lugar no tendrá a una raza cruel, como al ser humano, dominándolo todo. Donde la naturaleza y el humano puedan convivir sin ser utilizados. Yo quiero ver ese lugar, donde la “inteligencia” no sea aprender conceptos o aplicarlos, donde la inteligencia sea cuidar tu planeta, tu hogar. Donde las personas puedan entender el daño que hacen, y hagan algo al respecto. Donde tomen conciencia, y no la callen. Donde el ser humano no sea el mayor consumidor. Donde no existan las lluvias acidas, las inundaciones, las laudes, donde el calentamiento global sea una loca idea, donde el calentamiento de los polos sea impensable, donde la subida de los mares sea un chiste de mal gusto.
Quiero aquel lugar donde se vendan sueños de amor, donde se trafiquen ilusiones y alegría. Donde las inundaciones sean de esperanza. Donde el dinero, máximo exponente del pecado, no exista. Donde todos nuestros hijos puedan comer, donde la verdad sea la única que nunca desaparezca.
Aquel lejano lugar, donde los hombres volvamos a ser mamíferos. Donde no nos convirtamos en depredadores, donde no seamos simplemente una peste, que matamos, usamos y nos matamos. Donde sepamos apreciarlo que nos ha dado la vida, y no le contestemos con patadas a la misma. Donde deje de llover en nuestras almas y salga el sol. Donde esta ‘civilización’ llegue a su fin, debido a la codicia, al egoísmo y a la ambición del ser humano. Donde la incultura, acabe con esta raza ‘culta’, y dejemos nuestro suelo sin nuestra presencia, como debería ser...

Dom 23 Sep 2012, 22:57

Bueno sin duda te empeñaste en escribir este "sueño" deberia llamarlo ya que no parece un relato elavorado sino un deseo que vos tenes y que decidiste exponerlo por aca.

Lo que decis y repetis en todo el texto es tu inconformismo en como el mundo del ser humano esta constituido, detestas todas las cosas denominadas "malas" e "inútiles" que lo unico que hacen es que los seres humanos se revuelcen en el barro una y otra y otra vez...

Si fuera tan facil cambiar, ¿el mundo no seria tan atractivo no te parece? En las crisis y en la mugre de la inconsistencia se puede lograr algo buenísimo, y no hay una verdad absoluta siempre hay tintes de muchos colores en una vida humana cotidiana.

Me gustó, sobretodo porque parece que le pusiste pasión al hacerlo, un saludo.

El deseo de un nuevo lugar.

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Re: El deseo de un nuevo lugar.