Leyendas.La esperanza de Lord Thek

Tras la triunfal victoria de los Reales en las cercanías de Arghal, logrando eliminar factiblemente a Ronald Hutson, se desencadenó una nueva aventura para aquellos presentes de ambos bandos. Los rumores indicaban que el alquimista había dejado instrucciones claras por si su destino era la muerte. En el ajetreo de las distintas batallas, alcanzó a dejar algunos objetos tirados y guardados en el suelo por si algo malo le ocurría, y a su vez, dejó una nota indicando la locación de cada uno de ellos.

Ésta última llegó a manos del ejército de Lord Thek, y en ese preciso instante, procedieron con la búsqueda de dichos objetos. No pasó mucho tiempo hasta que los Reales se pusieran al tanto de la situación y también iniciaran su búsqueda.
El ejército Caótico se situó en su continental táctica locación de Arghal, mientras que los Reales, designaron a Nix como la base de mando. Tan sólo unos minutos más tarde de haberse indicado la posible locación de uno de los objetos, uno de los luchadores de Lord Thek lo halló y asimismo, fue escoltado hacia la base de mando caótica, Arghal.

Con un gran sentimiento de impotencia, los miembros de la Alianza no dejaron que el no haber hallado un ingrediente los desilusionara, y continuaron con la búsqueda, asesinando caóticos a diestra y siniestra. Fue así que prepararon una gran emboscada sobre los bosques, en las cercanías de Arghal. Pero este valeroso intento fue inútil, pues falló en su intento de frenar a los violentos caóticos que pasaron velozmente. Fue así como le entregaron a Lord Thek las tijeras mágicas. ¡Ya tenían uno de los ingredientes! Y de ésta forma, estaban más cerca de curar al agónico líder.

Sin embargo, los Reales se lograron cargar a algunos caóticos que pasaban por allí, y fue esa la razón de su regreso a las cercanías de Arghal, para salvar el pellejo de sus compañeros y vencer a los Reales.

Nuevamente, la fórmula se repitió de forma tal que los caóticos hallaron un segundo ingrediente, en éste caso, una gema, y los reales repitieron la táctica de emboscada.

Esta vez sí lograron interceptarlos, y de ésta forma, se desencadenó una de las más sangrientas batallas que presenció la ciudad de Arghal. Sin embargo, los intentos fueron en vano, ya que protegiendo la reliquia, los caóticos lograron nuevamente penetrar las defensas Reales para ingresar a Arghal y repetir así la entrega a Lord Thek. Ya tenían dos ingredientes, y estaban muy cerca de curar al líder Caótico, quien casi no podía hablar por su gravísimo estado .

Al momento de anunciar la existencia de un ingrediente más, los Reales se apresuraron para encontrarlo, a diferencia de los dos intentos anteriores, y para sorpresa de los Caóticos, consiguieron el objeto. Dado que eran superados en número, los Reales se refugiaron en los bosques de Ullathorpe del norte, y esperaron a los refuerzos de la Alianza.

De todas formas, los servidores del Señor Oscuro estaban un paso adelante, y se encaminaron a Nix, para tomar la ciudad. Lamentablemente para ellos, ya era tarde, pues el rey de dicha ciudad había obtenido el tercer ingrediente.

Con una furia incontenible, los Caóticos querían destruir el poblado del sur continental, pero nuevamente para su sorpresa, una parva de guardias y magos reales, se reunieron en dicha ciudad para defenderla, y dejaron sin opciones a los intratables invasores, quienes decidieron volver a su ciudad.

La alegría de los Reales era incontenible, estaban gozando y festejando triunfales cuando una lluvia de malas noticias les aguó la tarde: un grupo de alquimistas y botánicos fieles a Lord Thek se encargaron de realizar una pócima que no requería aquel tercer ingrediente, que evidentemente, podría curar lentamente a su líder, con menor eficacia que aquella pócima que hubieran creado con los tres ingredientes.

Nuevamente, los caóticos sostenían con vida a su líder, a pesar de haber perdido el último ingrediente. Un trago muy amargo para los Reales.

Fuente:

http://ao.3dgames.com.ar/Html/modules.php?name=Sections&op=printpage&artid=24

Muy linda.