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Leyendas. El rey loco.
Vie 03 Dic 2010, 11:01
La historia de Ninphus Nowbill se inicia en Nix, ciudad por excelencia para el desempeño de actividades como la pesca, la carpintería y herrería. Hijo de una familia de campesinos leñadores los cuales tenían una afianzada relación con la realeza, ya que estos le proveían los mejores materiales para la creación de flechas, ideales para las escuadras de Arqueros.
El pequeño Ninphus creció aspirando ser más que un simple leñador al servicio de los reyes de la Alianza, así, como sus laboriosos padres, definitivamente no se conformaría con un nivel jerárquico de tan baja envergadura; es así como a una temprana edad decide emprender su viaje por las Tierras del Fénix, creía que al adquirir conocimientos por los lugares que él recorrería, tendría algún día la posibilidad de reclamar un trono, una corona y, por qué no, una hermosa reina.
Sin duda las aspiraciones de este muchacho sentaban un desafío enorme, era sabido que quien sucediese en un trono sería aquél que posea sangre y linaje real, ¿acaso no tomaba real dimensión de sus oportunidades de fracasar en su objetivo?
A la edad de quince años Ninphus deja a sus padres y su hogar en Nix para adentrarse en su travesía. Su primer destino sería la lejana Isla de Nueva Esperanza, donde se quedaría algunos años investigando las peculiares formas vivientes de ese lugar. Luego surcaría los mares para llegar a Hilidian, lugar en donde obtendría una buena instrucción en el uso de armas para mejorar sus ataques a distancia y cuerpo a cuerpo, si bien su baja estatura y poco poder por ser Gnomo le era un impedimento para alcanzar un nivel de batalla considerable, la experiencia y el nutrir de nuevos conocimientos realmente lo valían para él.
A la edad de treinta y cinco años, veinte años después de su partida de Nix, Ninphus regresa al continente y se asentaría en Ullathorpe por algunos años, leyendo días enteros grandes cantidades de viejos libros y textos sobre objetos mágicos misteriosos. Su interés por estos despertó de forma inmediata, y fue así como se convirtió en el ser con más conocimiento sobre objetos mágicos de procedencias oscuras, maléficas y ocultas sobre la faz de las Tierras del Fénix.
A la par de esto, las ciudades de la Alianza y del Caos aún se encontraban en constantes guerras, ya había pasado un largo tiempo desde aquella épica batalla que pondría fin a la vida de Theoden a cargo de las manos de Sirius Manta Negra y su hermano Lord Thek.
Ninphus pensó que su oportunidad por tomar el trono en Banderbill sería en ese oportuno momento o no sería nunca. Al llegar a Banderbill su rostro quedó petrificado al ver grandes festejos honrando y glorificando la llegada de un nuevo Rey, Theoren, el hijo del difunto Theoden. Ninphus no se quedaría para los festejos ni para el discurso del nuevo líder de la ciudad más grande de la Alianza, su extasiada actitud frente a lo que pasaba se convirtió en cuestión de segundos en euforia y locura, como llamas en su interior difíciles de apagar. Este huyó corriendo hacia el sur de Banderbill, luego de algunos días vislumbraría que se encontraba en un lugar nunca antes visto... ¿Árboles que caminaban sobre sus raíces? ¿Cómo podía ser esto posible? Este pequeño Gnomo se había topado con lo que parecía ser el legendario Bosque Perdido, un lugar difícil de acceder y, como su nombre lo designa, difícil de hallar.
Allí decidiría levantar las paredes de su propio castillo donde se convertiría, inexorablemente, en Rey.
Los siglos han pasado, pero si logras hallar los Bosques Perdidos y toparte con las extensas paredes del castillo, Sir Ninphus Nowbill, "El Rey Loco", estará expectante a tu llegada, nadie sabe para qué, ya que sólo aquellos valerosos podrán averiguarlo... Así cuentan las historias.
El pequeño Ninphus creció aspirando ser más que un simple leñador al servicio de los reyes de la Alianza, así, como sus laboriosos padres, definitivamente no se conformaría con un nivel jerárquico de tan baja envergadura; es así como a una temprana edad decide emprender su viaje por las Tierras del Fénix, creía que al adquirir conocimientos por los lugares que él recorrería, tendría algún día la posibilidad de reclamar un trono, una corona y, por qué no, una hermosa reina.
Sin duda las aspiraciones de este muchacho sentaban un desafío enorme, era sabido que quien sucediese en un trono sería aquél que posea sangre y linaje real, ¿acaso no tomaba real dimensión de sus oportunidades de fracasar en su objetivo?
A la edad de quince años Ninphus deja a sus padres y su hogar en Nix para adentrarse en su travesía. Su primer destino sería la lejana Isla de Nueva Esperanza, donde se quedaría algunos años investigando las peculiares formas vivientes de ese lugar. Luego surcaría los mares para llegar a Hilidian, lugar en donde obtendría una buena instrucción en el uso de armas para mejorar sus ataques a distancia y cuerpo a cuerpo, si bien su baja estatura y poco poder por ser Gnomo le era un impedimento para alcanzar un nivel de batalla considerable, la experiencia y el nutrir de nuevos conocimientos realmente lo valían para él.
A la edad de treinta y cinco años, veinte años después de su partida de Nix, Ninphus regresa al continente y se asentaría en Ullathorpe por algunos años, leyendo días enteros grandes cantidades de viejos libros y textos sobre objetos mágicos misteriosos. Su interés por estos despertó de forma inmediata, y fue así como se convirtió en el ser con más conocimiento sobre objetos mágicos de procedencias oscuras, maléficas y ocultas sobre la faz de las Tierras del Fénix.
A la par de esto, las ciudades de la Alianza y del Caos aún se encontraban en constantes guerras, ya había pasado un largo tiempo desde aquella épica batalla que pondría fin a la vida de Theoden a cargo de las manos de Sirius Manta Negra y su hermano Lord Thek.
Ninphus pensó que su oportunidad por tomar el trono en Banderbill sería en ese oportuno momento o no sería nunca. Al llegar a Banderbill su rostro quedó petrificado al ver grandes festejos honrando y glorificando la llegada de un nuevo Rey, Theoren, el hijo del difunto Theoden. Ninphus no se quedaría para los festejos ni para el discurso del nuevo líder de la ciudad más grande de la Alianza, su extasiada actitud frente a lo que pasaba se convirtió en cuestión de segundos en euforia y locura, como llamas en su interior difíciles de apagar. Este huyó corriendo hacia el sur de Banderbill, luego de algunos días vislumbraría que se encontraba en un lugar nunca antes visto... ¿Árboles que caminaban sobre sus raíces? ¿Cómo podía ser esto posible? Este pequeño Gnomo se había topado con lo que parecía ser el legendario Bosque Perdido, un lugar difícil de acceder y, como su nombre lo designa, difícil de hallar.
Allí decidiría levantar las paredes de su propio castillo donde se convertiría, inexorablemente, en Rey.
Los siglos han pasado, pero si logras hallar los Bosques Perdidos y toparte con las extensas paredes del castillo, Sir Ninphus Nowbill, "El Rey Loco", estará expectante a tu llegada, nadie sabe para qué, ya que sólo aquellos valerosos podrán averiguarlo... Así cuentan las historias.
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