Leyendas. La batalla de Carabanas

Había pasado mucho tiempo ya desde la derrota de la Alianza del Fénix en la isla de Hillidian. Mucho tiempo de aparente tranquilidad en la que ningún reino se atrevió a hacer un movimiento sin tenerlo finamente calculado. Entones el Rey de Banderbill decidió que era hora de tratar de dar un golpe sorpresa a las fuerzas del ejército de Lord Thek. Mediante secretos mensajeros se comunicó con la pequeña ciudad portuaria de Nix. Hasta allí llegarían pronto provisiones de otras partes de las islas de las tierras del Fénix (que serían destinadas a fortalecer el ejército Real) y, una vez reunidas todas, serían transportadas hacia la capital de la alianza.

Pero el transporte no sería algo fácil de realizar: Nix no contaba con una flota naval lo suficientemente grande como para llevar todos los cargamentos juntos por mar y si Banderbill enviaba a todas sus naves mercantes llamaría rápidamente la atención de piratas o, incluso, del propio Thek. Por eso se decidió enviar el cargamento por tierra, en tres caravanas que realizarían dos paradas, una en Ullathorpe y otra en un campamento a mitad de camino entre esta ciudad y Banderbill. Todo parecía marchar sobre ruedas hasta que lo más temido ocurrió. La red de espías del Maligno se había infiltrado en Nix y había interceptado algunas de las cartas que hablaban de la futura misión. De esta forma los Caóticos se enteraron de las provisiones y Lord Thek, que sabía el peligro potencial que representaban, ordenó interceptarlas.

El secreto dejó de ser secreto y la Alianza del Fénix llamó a todas sus gloriosas tropas a defender el importante cargamento. Así, todos los soldados Reales que estaban dispuestos a luchar hasta el fin por mantener la paz en estas tierras se reunieron en Nix, mientras que las fuerzas Caóticas se organizaron en Ullathorpe.

La primera caravana que saldría de la ciudad pesquera sería la de Annatar Arien, quien llevaba importantes cantidades de alimentos y bebidas. Pero esta caravana no logró llegar ni hasta Ullathorpe: la fuerza de ataque de los Rojos tomó por sorpresa a los Azules y logró eliminar sin mayores problemas la caravana, llevándose como premio el alimento y las bebidas transportadas.

Antes tal derrota, los seguidores de Lord Thek se confiaron mientras que los soldados de la alianza se llenaron de furor. En el segundo intento, la caravana que llevaba madera, liderada por Aiwendil Tintalle, arrasó de forma increíble a las desordenadas filas caóticas. Sin mayores problemas llegó hasta Ulathorpe y, luego, hasta el campamento a mitad del Camino Norte. Las fuerzas malignas, guiadas por la furia de su Amo, detener a la caravana, pero esto fue inútil ya que esta logró llegar a su destino y entregar la madera con la cual se fabricarían muchas flechas, arcos y báculos para hechiceros.

Todas las esperanzas radicaban ahora en el enano Kugnar Folin, que transportaba en su caravana gran cantidad de minerales con los cuales el ejército de la Alianza podría hacer las mejores armas y armaduras. Pero aquí ocurrió algo similar que en la caravana anterior, pero al revés. Lord Thek sabe recompensar, pero más sabe castigar a sus ejércitos. Por eso las tropas caóticas se lanzaron en un ataque lleno de furia y locura contra las confiadas y desorganizadas filas reales. En medio de ese ataque Pugnar Folin quedó solo, lo cual significó la pérdida de la caravana y la derrota del ejército de la Alianza.

Nuevamente el Caos ha ganado, y esta victoria no es una menor: Banderbill se encuentra debilitada. Un futuro incierto se cierne sobre la Alianza del Fénix, un futuro que ni los Dioses pueden descifrar.

Fuente:

http://ao.3dgames.com.ar/Html/modules.php?name=Sections&op=printpage&artid=36

Arma vos la historia

Claro no tiene sentido :S.